Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han acordado seguir trabajando en el desarrollo de un certificado de vacunación, cuyo desarrollo a nivel técnico necesitará al menos tres meses, pero siguen divididos sobre si debería ser usado para facilitar desplazamientos y viajes este verano. "Hemos visto una convergencia cada vez mayor sobre este tema tan importante", ha expresado el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa tras la videoconferencia en la que los líderes europeos han "debatido mucho" sobre este asunto.
La puesta en marcha de un certificado de vacunación con fines médicos es una iniciativa que comparten todas las capitales, pero difieren en el uso que se dará a la herramienta, y en especial si servirá para facilitar el turismo, como piden los países del Sur, cuyas economías dependen en gran medida de este sector. Según ha señalado el exprimer ministro belga durante la comparecencia de prensa, los jefes de Estado y de Gobierno han "avanzado" hacia una mayor "convergencia", pero ha señalado que "eso no significa que todo esté resuelto" porque hay sobre la mesa "preocupaciones muy legítimas" sobre el uso que se dará a los certificados.
En una línea similar, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha explicado que todavía hay "cuestiones abiertas" de carácter político sobre la medida, y "la primera, por supuesto, es para qué se usará". A éstas hay que sumar una serie de incertidumbres "científicas", entre ellas si las vacunas sirven efectivamente para detener la transmisión del virus.
En todo caso, la alemana ha afirmado que desarrollar los aspectos técnicos de la herramienta llevará "al menos" tres meses y requiere trabajo tanto por parte del Ejecutivo comunitario como de los Estados miembros, a quienes ha instado a progresar rápido para que pueda ser operativo en verano.
Más allá del uso que se haga del certificado, Von der Leyen ha explicado que constará de un conjunto "mínimo" de datos, como por ejemplo si la persona ha sido vacunada, si tiene anticuerpos o si ha obtenido un resultado negativo en una prueba PCR realizada recientemente.
Durante este debate, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido el desarrollo de "certificados de movilidad" a nivel europeo "para evitar que cada país elabore su propia fórmula, prevenir situaciones injustas y garantizar la protección de los datos personales", han explicado fuentes de Moncloa.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha advertido de que es "inevitable" que el sector privado tome la iniciativa si la UE no avanza rápido en el desarrollo de este certificado, que no sería "equivalente a un pasaporte sanitario" pero generaría un "corredor rápido" para el turismo, según fuentes helenas a Europa Press, que aseguran que países como Austria, Chipre, Malta o Dinamarca apoyan esta postura.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha afirmado que durante la reunión "todos han estado de acuerdo" en la necesidad de tener un certificado digital de vacunación", que sigue no obstante, generando dudas en otros dirigentes, como el presidente francés, Emmanuel Macron o el primer ministro holandés, Mark Rutte.
El galo, por ejemplo se ha mostrado favorable a armonizar criterios de cara a la temporada estival en Europa y a afrontar "colectivamente" el desafío de retomar la libre movilidad, aunque, por otro lado, ha insistido en que es "demasiado pronto" para fijar las condiciones del certificado. "No hay que confundir la posición fuerte de algunos estados miembros con el proceso de preparación que tenemos por delante", ha señalado, indicando que el certificado plantea dilemas éticos, jurídicos y económicos.
El debate sobre el certificado de vacunación solo era una parte de la reunión por videoconferencia de los líderes europeos, que también han abordado la necesidad de elevar la producción de vacunas contra la Covid-19 y acelerar las campañas de vacunación. En este sentido, en el texto acordado por los Veintisiete subrayan que "las compañías deben garantizar predictibilidad sobre su producción de vacunas y respetar el calendario de entregas de los contratos. "Tenemos que acelerar urgentemente la autorización, producción y distribución de vacunas", remarca el documento, que después añade la necesidad de "reforzar la vigilancia y capacidad de detección de nuevas variantes lo antes posible".
A juicio de los jefes de Estado y de Gobierno, la situación epidemiológica "sigue siendo grave" y las mutaciones del virus "suponen desafíos adicionales". Por eso, defienden que "por ahora los viajes no esenciales tienen que ser restringidos", aunque estas medidas deben ser "proporcionadas y no discriminatorias" y permitir el flujo de bienes y servicios dentro del mercado único.