A partir del miércoles, la mascarilla volverá a ser de uso obligatorio en todos los centros sanitarios y hospitales españoles. El ministerio de Sanidad, tras no llegar a un acuerdo con todas las comunidades autónomas, ha decidido esta imposición para tratar de frenar la alta incidencia de enfermedades respiratorias que ha puesto en alerta al sistema sanitario.
Seis comunidades (Cataluña, Aragón, Murcia, Comunidad Valenciana y, desde este martes, Asturias y Canarias), habían aceptado la propuesta de Sanidad, pero tras no haber quórum, el ministerio dirigido por Mónica García pondrá en marcha una declaración de actuaciones coordinadas, regulada por el artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que "obliga a todas las partes incluidas en ella" y debe "responder a situaciones de especial riesgo o alarma para la salud pública".
El resto de comunidades, como Andalucía, había apostado por un uso recomendado y así se lo han comunicado a la ministra durante el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Varios consejeros regionales han pedido a la ministra que acompañe los criterios técnicos que avalen la decisión tomada.
La intención de Sanidad con esta medida es, con independencia de la comunidad, unificar la protección de los ciudadanos. Esta fórmula ya se empleó durante la pandemia del covid.