La Asociación Empresarial del Seguro, Unespa, ha emitido un informe en el que Andalucía aparece como la comunidad española que registra un mayor porcentaje de fraudes a las compañías de seguros con un 21,94% según publica Diario de Sevilla. La mayoría se da en el sector del automóvil, con un 23,82%, seguidos por los de responsabilidad civil y generales, un 19,51 %, mientras que los de vida, accidentes y salud se han detectado el porcentaje de un 13,94% de fraude.
En términos absolutos, las provincias de Málaga, con un 23,60% y Sevilla, con un 22,32%, son las provincias donde se detectó un mayor porcentaje de fraudes. En la primera de ellas, la mayoría estaba relacionada con los seguros generales y de responsabilidad civil, mientras que en Sevilla fueron los referidos al automóvil.
De otro lado, el V Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar, publicado por Línea Directa Aseguradora, que analiza una década de lucha contra las estafas, destaca también Andalucía como la comunidad donde más fraude se produce entre particulares. Este barómetro está encabezado por Jaén, con un 8,2%, seguida de Sevilla con un 7,8%.
Por su parte aseguradora AXA cifró en 11,6 millones de euros las indemnizaciones que no se han abonado por haberse detectado una estafa u otra irregularidad en Andalucía durante el año 2018. No obstante, esta cifra supone un descenso del 3,3% respecto a la cifra del año anterior. El total del fraude detectado por Axa en España ascendió a 66 millones de los que el 17,5% corresponde a Andalucía.
Según fuentes de Unespa, existen tres grandes grupos de defraudadores. En primer lugar se sitúan las bandas profesionales, que son mafias organizadas que actúan habitualmente en el sector de seguros de automóvil con accidentes fingidos o destrozos realizados de manera intencionada. Otro gran grupo es el formado por los reincidentes, esto es, personas que han fingido algún robo o destrozo por una situación puntual y, tras haber obtenido beneficio repiten la acción fraudulenta. Por último, se encuentra el grupo de los oportunistas que son los que realimente han sufrido algún siniestro pero aumentan conscientemente los daños a la hora de declarar las pérdidas. Esta situación suele darse cuando se produce un robo y se declaran daños que ya existían con anterioridad.