Un total de 425 borregos ha comprado una empresa con pagarés sin fondos bancarios. Hasta 18 ganaderos de la provincia de Cádiz han sido estafados. La Guardia Civil ya ha destapado un entramado empresarial que, ubicado en Guadix (Granada), se dedicaba a la compraventa de ganado ovino en distintas localidades.
Los afectados llegaron a vender los borregos a una empresa de confianza, cuyo pago nunca llegó a hacerse efectivo por la entrada en prisión de sus propietarios. Los cabecillas de esta trama fueron dos familiares directos de los presos que, junto con el comercial y aprovechando la ausencia de estos, trataron de eludir el pago y continuar con la actividad bajo el nombre de otra empresa cuyos propietarios seguían siendo los mismos internos.
Tres personas han sido detenidas (M.H.E, de 60 años de edad; E.H.M, de 31 y F.M.G, de 61) por esta estafa continuada. El precio del ganado asciende a 22.196 euros. Las investigaciones comenzaron el pasado mes de julio del 2023 a raíz de una denuncia interpuesta en la localidad de Chipiona. Del mismo modo, y durante el mes de junio de 2023, se realizaron hasta 18 operaciones similares entre ganaderos de la provincia de Cádiz, con la misma empresa y el mismo comercial, que suscitó sospechas entre el gremio.
El comercial era sobradamente conocido por los perjudicados, ya que era trabajador habitual desde hace años de la empresa de los detenidos. Esta era la persona que se encargaba de contactar con los ganaderos, apalabrar el día de recogida y el precio de los animales.
Los hechos ocurrieron en las localidades de Chipiona, San José del Valle, Rota, Alcalá de los Gazules, Medina Sidonia, Conil de la Frontera, Benalup-Casas Viejas y Tarifa. Los ganaderos afectados, tras llevar años comerciando con esta misma empresa a través de este comercial, realizaron transacciones de ganado y, como hacían habitualmente, el comercial les hizo entrega de los cheques-pagarés firmados de antemano, supuestamente, por uno de los propietarios de la empresa.
Un cobro que jamás llegó a hacerse efectivo por la falta de fondos de las cuentas bancarias de la empresa. Esto suscitó las sospechas de los afectados, que reclamaron al comercial el impago y expusieron la difícil situación económica en la que se encontraban. El comercial trató de convencerlos pidiéndoles tiempo y calma.
Durante las pesquisas obtenidas por parte del Área de Investigación de Chipiona, con el apoyo del Equipo Roca, el puesto de Medina Sidonia y el de Guadix de la Comandancia de Granada, se descubrió que durante el mes de junio de 2023 los dos propietarios de la empresa responsable de las transacciones ingresaron en prisión, motivo por el que sus cuentas dejaron de estar operativas coincidiendo con los cobros de los cheques.
De este modo, los agentes descubrieron que dos familiares directos de los internos asumieron el rol de cabecillas y, junto con el comercial, continuaron la actividad bajo el nombre de otra empresa, también propiedad de los dos presos.
Para ello, el comercial tuvo nuevamente que ganarse la confianza de los ganaderos estafados y convencerlos de que ya no trabajaba para esa empresa en cuestión, ganando tiempo para continuar adquiriéndoles ganado y con el mismo modus operandi.