El lunes, un trabajador de 36 años perdía la vida en Sevilla tras caer desde el techo de una nave en el polígono Astilleros del Puerto de Sevilla. Los doce metros de altura hicieron que el fallecimiento se produjera prácticamente en el acto. Dos días más tarde, en Almería, otro trabajador también perdía la vida al caer desde 9 metros de altura. Eran las víctimas 66 y 67 por accidente laboral en lo que va de año en Andalucía, según las cuentas de los sindicatos, aunque las estadísticas oficiales (cuya última actualización es hasta mayo) señalan que hay 47 víctimas.
Un problema que año tras año mantiene su gravedad pero que apenas tiene hueco en la agenda política y mediática. Al menos con la intensidad que debería una cuestión de esta dimensión. El pasado miércoles, tanto Adelante Andalucía como Por Andalucía rompían este mantra en sus ruedas de prensa en el Parlamento de Andalucía y pedían a las administraciones soluciones para evitar que siga habiendo personas que pierdan la vida en el trabajo.
Andalucía ya fue una de las comunidades más afectadas por la siniestralidad laboral en 2023. En total hubo 92.000 accidentes en los puestos de trabajo con diferente intensidad. En los últimos datos ofrecidos por el Gobierno de España, Andalucía también lidera esta crítica tabla con casi 37.000 accidentes en los primeros cinco meses del año de los que 334 fueron graves y 47 mortales.
"La distancia entre un accidente grave y mortal es escasa", señala Julián Vileya, responsable en UGT Andalucía del área de Relaciones Laborales. En este sindicato preocupa el aumento de accidentes laborales en los últimos datos conocidos. "Uno de cada cuatro trabajadores con accidentes graves es andaluz, comienza a ser preocupante", afirma sobre una comunidad donde "la situación es bastante peor que en el resto de España".
"La tendencia ha cambiado. Hasta abril iba aumentando la siniestralidad total, pero la grave y mortal disminuían. En mayo ha sido diferente", añade, María José López, portavoz de Salud Laboral en CCOO Andalucía. La especial alarma está en Jaén y Almería, donde los fallecidos han crecido de forma exponencial.
Ambos representantes sindicales coinciden en los motivos. "El tejido productivo andaluz es muy malo", comenta Vileya. El representante sindical hace referencia a que la mayor parte de las empresas andaluzas son pymes. "Está todo muy atomizado y no entienden de estas cuestiones. No hay responsabilidad", asegura, especialmente sobre los trabajos en altura. "Ahora las placas solares están provocando muchos accidentes porque se suben a tejados sin tomar medidas preventivas".
Una opinión similar defiende López. "La siniestralidad aparece cuanto más pequeña es la empresa, porque no tienen representación sindical y están sin ese paraguas", argumenta. La representante de CCOO lamenta que no se ha llegado al tejido empresarial donde se están produciendo estos accidentes (subcontratas) y lo resume con una frase. "Se mata el más precario de todos. Mientras no lleguemos ahí, no vamos a disminuir la siniestralidad".
Otra de las cuestiones en la que los dos mantienen un discurso similar es en el aumento de accidentes in itinere, es decir, de camino al trabajo o de vuelta a casa. "Influyen las condiciones psicofísicas y que no estén estresados. Tiene mucho que ver con el contrato de trabajo, es más habitual un accidente de los fijos discontinuos y temporales que de los fijos", explica Vileya, que además apunta a la responsabilidad que tienen las empresas en la prevención de la seguridad vial. López, por su parte, añade la brecha de género en este tipo de sucesos. "Las mujeres tienen más in itinere porque son las que acumulan jornadas parciales, tienen que ir de un lado a otro y compatibilizan los cuidados del hogar con el desarrollo profesional".
Los sindicatos dejan claro que el primer problema es que el sistema preventivo está fallando en las empresas y no se está invirtiendo lo que se debe. "No se vigila que haya formación e información. Eso está en línea directa con la siniestralidad", aclaran. Los datos muestran que cada accidente laboral supone una baja de 16 días de media. "La productividad también depende de evitar la siniestralidad", comentan desde UGT, donde piden responsabilidad a las empresas. "Se tienen que preocupar de que no pase nada".
En los últimos meses se ha llevado a cabo un plan de choque con la Junta de Andalucía acordado en el Plan Económico y Social. Sin embargo, no ha tenido los resultados esperados. "No ha sido todo lo eficaz que podría haber sido. Ha tenido medidas muy globales y transversales que no están mal, pero que no han logrado el objetivo de disminuir las caídas en altura, por ejemplo".
En breve, el Gobierno andaluz presentará la tercera estrategia contra la siniestralidad laboral. Los sindicatos piden imitar a otras comunidades con figuras como los delegados territoriales técnicos. También defienden la figura del agente local tutor. "La Policía no está solo para multar, sino también para educar en formación y prevención". "Falta mucho por hacer. La administración tiene que darle un giro a algunos planteamientos", sentencia María José López.