Lo sucedido el 26 de agosto de 2017 ha regresado a la memoria de Juan Clavero este martes. Reconoce que lo ha pasado muy mal en muchos momentos por haber sido la víctima de una trampa en la que quisieron implicarlo en un delito de tráfico de drogas en su lucha por la apertura de caminos públicos en el Parque Natural Sierra de Grazalema. Ha sido este martes, en la Sección 8ª de la Audiencia Provincial de Cádiz, en la Avenida Alcalde Álvaro Domecq de Jerez, cuando se ha iniciado un juicio que ya se suspendió en dos ocasiones.
Antes de entrar, Clavero decía estar "con esperanza y ya un poco harto de que después de siete años de espera por fin se va a celebrar el juicio contra las personas que, según todos los indicios, urdieron una trampa absolutamente miserable para meterme en la cárcel como traficante de drogas".
Los imputados como presuntos autores de la trama y que han declarado son José Miguel Herrera, por entonces apoderado de Sociedad Breña del Agua Investments S.L., la sociedad en la que se centraron todas las sospechas una vez que quedó anulada la imputación al ecologista, Juan Luis Pérez Ramírez y Oscar González, capataces de las fincas.
Manuel Alcaide, la persona que presuntamente colocó la droga en la furgoneta de Clavero, ha reconocido que la droga era suya. Ha admitido que es drogodependiente y que la dejó debajo del asiento por miedo a que los parara la Guardia Civil en el retorno de una marcha reivindicativa por los caminos de uso público vallados y ocupados por terratenientes. Ha reconocido su amistad con otro de los imputado capataz de la empresa Breña del Agua y ha admitido que les dijo a los otros imputados que había droga en la furgoneta para ganarse el favor de los responsables de la empresa.
A pesar de que ha quedado probada con este testimonio la inocencia de Clavero, en su entorno no están del todo satisfechos por cómo marcha el juicio, que seguirá el miércoles. La aportación de los testigos que estaban haciendo el recorrido con Clavero aquel día de verano de 2017 y de una mujer de un bar de Benamahoma se considera muy positiva. Pero el juicio se está orientando a juzgar un único delito de denuncia falsa y desde Ecologistas en Acción se sigue manteniendo que hay "una trama, un deseo de delinquir, una organización mafiosa y esto no se reconoce. Están montado la estrategia de que era un drogadicto, que metió la droga porque no quería que se lo pillaran. Vamos a intentar que se vea que hay más cosas", señala Lola Yllescas, portavoz del colectivo.
La Fiscalía solicita a los cuatro acusados, como presuntos autores de un delito de denuncia falsa, penas de un año y medio de cárcel, multa de 12.000 euros y una indemnización solidaria de 20.000 a Juan Clavero en concepto de daños morales, con la responsabilidad civil subsidiaria a la sociedad Breña del Agua Investments S.L.
Juan Clavero y Ecologistas en Acción solicitan que se aumenten las penas por denuncia falsa a dos años de prisión, por el agravante de alevosía, y multa de 14.400 eutos. Además, solicitan cuatro años de prisión por el delito de provocación y conspiración para la detención ilegal, un año de prisión por el delito de pertenencia a grupo criminal, y 7.200 euros por el delito de simulación de delitos. En total siete años de cárcel y multa de 21.600 euros para cada acusado.
También solicitan una indemnización de 50.000 euros a Juan Clavero y 20.000 a Ecologistas en Acción por daños morales, y la prohibición de comunicarse por cualquier medio, así como de aproximarse a Juan Clavero o a su domicilio en un radio de 500 metros, y por un plazo de tres años desde el cumplimiento de las penas privativas de libertad. Las acusaciones particulares coinciden con la Fiscalía en solicitar la responsabilidad civil subsidiaria a la sociedad Breña del Agua Investments S.L.
"Espero que las penas sean penas disuasorias para que a nadie más, a ningún corrupto, a ningún mafioso se le ocurra ante un dirigente vecinal, un dirigente sindical, una persona que se ha destacado en defensa de intereses públicos, hacerle una jugada tan sucia como esta", dice Clavero.