Tras divorciarse de su pareja, una profesora de Huelva no pudo asumir, con lo que facturaba con sus clases, el pago del 50 por ciento de las deudas contraídas en el matrimonio.
Ahogada por la situación, dejó de pagar la cuota de autónoma al no lograr una estabilidad laboral que le permitiese salir a flote. Los impagos fueron creciendo, el acoso era mayor y la situación llegaba al límite moral que tiene una persona.
En 2019, asfixiada económicamente, decidió buscar ayuda y se puso en contacto con los abogados de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, que revisaron su caso y le confirmaron que se podía tramitar el proceso denominado Ley de la Segunda Oportunidad.
Pepe Domínguez, abogado responsable del caso, explica cómo fue el estudio: “Acreditando que no puedes pagar tus deudas con los ingresos o bienes que tienes, que nunca te han condenado por delitos socioeconómicos y que no te has acogido un concurso de acreedores en los cinco últimos años, puedes conseguir el perdón de todas tus deudas".
Presentada toda la documentación ante notario y quedando en documento público, la deudora obtuvo la distinción de "deudor de buena fe", una circunstancia que le permitía solicitar el perdón de la totalidad de una deuda que ascendía a los 60.504,52 euros.
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Huelva comprobó los requerimientos y exoneró a esta ciudadana de todos los créditos pendientes, aplicando la cada vez más conocida Ley de la Segunda Oportunidad.