La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) se presentará como acusación particular en defensa de dos de los cinco guardias civiles que han sufrido una violenta agresión durante la detención del acusado de causar lesiones con anterioridad a una joven en la localidad de Conil de la Frontera el pasado fin de semana.
Jucil considera que estos hechos, ocurridos en la madrugada del pasado domingo, revisten una extrema gravedad y muestran una violencia inusitada por parte del detenido que vejó gravemente, insultó en repetidas ocasiones y escupió a una de las guardias civiles que procedían a su identificación.
"Este tipo de comportamientos violentos no pueden quedar impunes. Por este motivo, Jucil defenderá los intereses de dos de sus asociados, víctimas de esta brutal agresión y brinda sus servicios jurídicos a cualquier guardia civil que resulte lesionado o agredido por su condición de servidor de la ley", explica la asociación.
El secretario provincial en Cádiz, Agustín Domínguez, considera que "la situación que vivimos los guardias civiles es insostenible. Al hartazgo ante las constantes muestras, cada vez más violentas y graves, de pérdida del principio de autoridad se une la sensación de abandono, fruto de la falta de apoyo y garantías por parte del Gobierno y de la administración es palpable. Esta agresión ha supuesto que un compañero haya causado baja laboral y una muestra más de la precariedad en la que nos encontramos para cumplir con nuestra tarea de dar seguridad a los ciudadanos".
Los hechos ocurrieron alrededor de las 05.50 horas en la calle Columela de la localidad de Conil. La víctima, una joven, fue empujada contra una palmera por el agresor. Además, el atacante lanzó piedras e insultó a otras jóvenes presentes en el lugar. La agresión provocó a la víctima lesiones en la cabeza y en la zona lumbar. Esta actitud violenta la mantuvo posteriormente en el cuartel de la Guardia Civil, donde insultó de forma grave y escupió a una de las guardias civiles que habían procedido a su identificación, amenazándola en varias ocasiones mientras mantenía un estado de agitación cada vez mayor.
Tras la denuncia, los agentes de la Guardia Civil localizaron al acusado de la agresión gracias a la colaboración de las testigos y una fotografía del individuo que vestía camiseta blanca y pantalón negro. Durante su identificación, el atacante mostró una actitud violenta y se resistió a la detención, incluso durante su traslado al cuartel. Una vez en las dependencias oficiales, rompió el cristal de la sala de espera e intentó utilizar los cristales rotos como armas, momento en el que fue reducido rápidamente por los guardias civiles.
Además, causó graves daños en el calabozo, incluyendo la rotura de una bisagra y dejando la celda llena de sangre. Fue llevado posteriormente al médico. Sin embargo, durante el traslado también causó disturbios, por lo que fue devuelto al calabozo. El detenido fue trasladado al juzgado para ser puesto a disposición judicial. El detenido ha sido arrestado por los delitos de agresión, resistencia, desobediencia y atentado contra agentes de la autoridad. "Es inaceptable que tengamos que enfrentar este tipo de violencia en el ejercicio de nuestro deber", denuncia el colectivo.
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