El uso de las redes sociales y los dispositivos móviles en menores son auténticas bombas de relojerías que pueden estallar por cualquier parte. Una maestra de Primaria conocida en redes como Paula Bloom ha compartido una alerta sobre algo que le ha contado su alumnado sobre el contenido violento que resulta accesible apra cualquier menor en YouTube.
"Resulta que hace unas semanas detectamos, familias primero y cole después, que muchos niños estaban accediendo a contenido violento (violencia sexual, violencia contra animales, simulaciones de violencia entre menores) y reproduciéndolo en sus conversaciones y juegos. Llamé a los niños y les pedí que me dijeran cómo lo habían encontrado. No se atrevían, hasta que un niño me dijo que estaba en YouTube. Conozco los filtrados y censuras que aplica la plataforma, y creí que me mentían. Juraban que era YouTube, así que les dije que me lo enseñaran".
Tras abrir YouTube en un dispositivo móvil, los alumnos introdujeron dos emoticonos. El resultado de la búsqueda dejó "helada" a la docente. "Buscar emoticonos es algo al alcance de cualquier crío pequeño, no necesitan saber escribir, puede ser incluso aleatorio, es cuestión de encontrar un botón de dibujito en el teclado. Y lo que aparece es tremendo. No quiero ni hacer capturas del contenido. Solo las imágenes fijas de los vídeos ya son tremendas. Si los abres, me decían, no se ve nada explícito, pero aparecen expresiones, imágenes y términos que normalizan actitudes y prácticas violentas, sobre todo para menores que están construyendo su idea del mundo".
Vengo a compartir una alerta sobre algo que me han contado mis alumnos y alumnas de Primaria acerca de contenido violento que resulta accesible para cualquiera, especialmente para menores, en nada menos que Youtube.
— Paula Bloom (@BlooomPaula) April 23, 2024
Hilo sobre cómo el algoritmo ni lo detecta ni lo censura⚠️⚠️⚠️
El control parental no es suficiente ni siquiera revisar el historial, ya que aparecerían inocentes emoticonos bajo los que se esconden vídeos no aptos para menores. "Nada es suficiente porque el mundo digital es inabarcable. Hablar sobre el contenido que consumen los menores con los menores y acompañarles como con cualquier aprendizaje es clave. Los niños y niñas no tienen culpa de lo que ven, son víctimas. No debemos subestimarles ni delegar en su hipotética identidad de nativos digitales la responsabilidad del consumo de contenido. No lo son. Estar alerta, escucharles y confrontar estos productos digitales es vital", ha señalado Paula.
Tras disculparse por dudar en primera instancia de lo que le habían comentado los estudiantes, esta maestra les explicó que "no tenían la culpa de haberlo visto, que yo misma siento muchísimo que lo hayan visto. Pero por mucho que yo les diga, las familias son claves porque tienen los dispositivos en casa. Es hora de una acción colectiva conjunta. Nos va en ello la salud mental y emocional y el bienestar social, no de las generaciones futuras, sino de los niños de hoy, que no son un germen humano ni son los adultos de mañana, sino que ya son parte de pleno derecho de nuestras comunidades y nuestros actuales vecinos".
Comentarios