El alquiler de viviendas a través de páginas web en las que poder encontrar apartamentos o casas al mejor precio es una opción cada vez más demandada durante las vacaciones estivales.
Debido a la ingente cantidad de este tipo de transacciones, desde la Dirección General de Consumo se recomienda operar con cautela, puesto que, “bajo una apariencia fiable, cualquier sitio puede albergar una estafa: Viviendas promocionadas que realmente no existen, con características que no se correspondan con las publicitadas o cuya ubicación no es la anunciada”.
Consumo señala algunos aspectos que pueden ser indicadores de esta actividad fraudulenta, como por ejemplo, anuncios de inmuebles con imágenes tomadas de otros, aquellos en los que sólo se indica un correo electrónico o teléfono, o en los que se exige abonar la cuantía total del alquiler por adelantado.
Las recomendaciones son que si es necesario pagar una fianza, sólo se debe abonar la mínima señal posible, ya que la transacción puede derivar hacia webs muy parecidas a otras populares y aparentemente seguras, pero ilegales. En estos casos, se aconseja no compartir datos bancarios u otro tipo de información sensible.
El servicio Consumo Responde alerta igualmente sobre los precios de alquiler desproporcionadamente bajos y propone comparar entre el precio ofertado y los de la zona donde supuestamente se ubica la vivienda. Otra señal de alerta podría ser de tipo ortográfico: debemos desconfiar de anuncios con faltas o redactados incorrectamente.
También podemos comprobar si la persona arrendadora es realmente la dueña del piso o vivienda, aspecto que puede consultarse en el Registro de la Propiedad, verificar que la vivienda realmente existe y consultar los comentarios y opiniones de personas que hayan alquilado el inmueble con anterioridad.
También se aconseja no admitir el envío de llaves por correo o por mensajería, sino su entrega en mano y tampoco debemos aceptar pagar en conceptos de suministro de agua, electricidad o recogida de basuras, ya que estos gastos corresponden a la titularidad de la vivienda.
Asimismo, la persona usuaria debe conservar el contrato, las facturas, los folletos publicitarios o cualquier documentación relacionada de cara a una posible denuncia o reclamación. Si el modo de contacto con la parte contratante fue por teléfono móvil, es muy importante salvaguardar también todos los mensajes recibidos y enviados.
Finalmente, la Consejería de Consumo subraya que si el alquiler se realiza con una agencia inmobiliaria, debemos escoger, siempre que sea posible, una empresa que esté adherida al Sistema Arbitral de Consumo.
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