Andalucía es la comunidad autónoma donde más hay que esperar para recibir la ayuda de la dependencia. Así lo concluye el informe presentado por el Observatorio de la Dependencia en 2024. Los datos expuestos por el organismo señala que la espera en la comunidad andaluza es prácticamente el doble de la media nacional. En concreto, cada dependiente andaluz aguarda de media durante 618 días desde que realiza la solicitud hasta que se resuelve la prestación. Es decir, casi dos años.
El estudio ha sido realizado con motivo de los 18 años que cumple la Ley de Dependencia. Sin embargo, la falta ineficacia en la tramitación de las ayudas está teniendo graves consecuencias. En Andalucía, según los datos ofrecidos en el informe, han fallecido 83.254 personas en la lista de espera sin recibir la prestación desde 2017, lo que suponen 10.000 al año. De los más de 80.000 damnificados, 37.000 han muerto pendientes de que se les reconozca el grado de dependencia y 46.000 esperando la prestación.
Sólo Cataluña, con 103.000 fallecidos en este periodo, tiene peores datos que Andalucía. La Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid y Canarias también superan los 20.000 muertos en lista de espera desde 2017.
A partir de estas cifras, el Observatorio de la Dependencia asegura que desde 2008 un total de 320.700 personas han fallecido en todo el país esperando que se les reconociera el grado y 541.500 lo han hecho a la espera de recibir un servicio y/o prestación a la que tenían derecho.
Pese a que el informe arroja numerosos datos negativos, también muestra algo de luz. En 2024, el número de personas con derecho reconocido en lista de espera ha caído casi en 25.000 personas. No obstante, el ritmo de reducción de la lista de espera es lento y de seguir igual se tardarían cinco años en lograr la plena atención.
Además, el estudio asegura que "2024 será un año malo por el aumento que se espera de personas esperando el reconocimiento del derecho. Este cerrará con alrededor de 291.649 personas desatendidas esperando algún tipo de trámite de la dependencia, tan solo 4.782 menos que en 2023, con este ritmo de reducción, se tardarían 61 años en lograr la plena atención".
A principios de 2024, la Junta de Andalucía aprobó un decreto para reducir la burocracia en la administración. Dentro de esta norma de simplificación administrativa se incluía un nuevo modelo de tramitación de la dependencia ya que en aquel momento la espera superaba los 500 días.
Loles López, consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, anunció un sistema más ágil que eliminaba de facto una de las dos evaluaciones para la concesión de estas ayudas. Hasta el momento eran necesarias dos visitas al domicilio del solicitante, una para la valoración y otra para la elaboración del Programa Individual de Atención-PIA.
Hace tan solo unos días, la propia consejera anunciaba en sede parlamentaria la incorporación de 34 trabajadores sociales en los servicios territoriales de dependencia y señaló al anterior Gobierno como causante de la situación actual. "Nos encontramos en 2019 con un sistema obsoleto y totalmente colapsado", dijo ante el resto de diputados. Los últimos datos ofrecidos por la Junta aseguraban que ya se han superado los 290.000 beneficiarios.
Pese al nuevo procedimiento anunciado por la Junta, los días de espera han seguido aumentando. El informe del Observatorio de la Dependencia señala dos razones: los "sucesivos recortes" sufridos en la financiación de la Ley que afectaron gravísimamente a la etapa de despliegue de la ley y "el disparatado y proceloso entramado burocrático creado por las diferentes administraciones".
Una de las principales reivindicaciones del Gobierno andaluz en los últimos meses ha sido solicitar al Ejecutivo central que llegue al 50% de la financiación de la dependencia en la comunidad andaluza como lo hace en otras comunidades autónomas.