Miraba sus facturas de móvil para localizar los contactos masculinos con los que se comunicaba, pedía grabaciones de cámaras de seguridad de centros comerciales, le controlaba el correo electrónico... La enfermiza situación de acoso hacia su ex, valiéndose de su puesto como agente de la Guardia Civil, le puede llevar a prisión.
La Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla tiene previsto para este jueves un juicio contra un agente de la Guardia Civil acusado de acosar presuntamente a su expareja sentimental sirviéndose además para ello de su condición de miembro de dicho cuerpo, extremo por el que afronta un cargo adicional de supuesto delito de descubrimiento y revelación de secretos.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, recogido por Europa Press, el acusado es Domingo R.V., quien mantuvo una relación sentimental con la víctima de los presuntos hechos entre 2009 y 2014, "momento a partir del cual se producen varias rupturas" de la pareja hasta finalizar "definitivamente" la relación entre ambos en julio de 2016.
En ese contexto, según la Fiscalía, el acusado habría empezado en 2014, siempre supuestamente, "a controlar las llamadas y conversaciones" de la mujer a través de su teléfono móvil y su correo electrónico, "pidiéndole continuamente explicaciones sobre a dónde iba y con quién se relacionaba". Para ello, según el Ministerio Público, el encartado se habría servido de "las facturas" del teléfono de la víctima, al contar con una clave digital que ella le habría proporcionado.
Accedió hasta a las grabaciones de un centro comercial de Castilleja
El escrito de acusación de la Fiscalía prosigue exponiendo que "como el acusado ejercía como guardia civil en el equipo de Policía Judicial de Mairena del Aljarafe, aprovechó dicha condición para acceder al Sistema Integrado de Gestión Operativa (SIGO) y a la Dirección General de Tráfico y consultar así a los hombres que habían tenido algún tipo de relación" con la mujer.
"Incluso tras conocer que ella había estado en el centro comercial Airesur de Castilleja de la Cuesta, accedió a las grabaciones de las cámaras del mismo y capturó una foto en la que creía verla junto a un hombre y le pidió explicaciones de ello", detalla la Fiscalía, que agrega que tras la separación de la pareja, el mencionado agente de la Guardia Civil habría seguido haciendo uso supuestamente "de las claves de telefonía" de su expareja, accediendo al registro de llamadas entrantes y saliente de su número.
Por tales presuntos hechos, la Fiscalía achaca a Domingo R.V. posibles delitos de acoso y de descubrimiento y revelación de secretos, reclamando para él un total de tres años de cárcel, dos años y medio de prohibición de la tenencia y porte de armas, tres años de prohibición de acercarse a la víctima o comunicarse con ella y una multa de 3.600 euros.
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