Dos fugitivos reclamados por sus países de orígenes han sido detenidos por la Guardia Civil en la localidad malagueña de Estepona. El primero de ellos, F.M.R, de 29 años, según las autoridades británicas, asaltó junto a otro cómplice a un hombre para robarle un reloj de la marca Richard Mille, valorado en más de 60.000 libras. Al negarse este, los atacantes lo apuñalaron varias veces, causándole heridas de extrema gravedad, teniendo la víctima que ser ingresada de urgencia en el hospital.
El fugitivo se cortó una mano durante el ataque, permitiendo así su identificación posterior por parte de la Policía de Merseyside (Reino Unido). Esta misma persona también estuvo investigada en España por su relación con un secuestro ocurrido en Mijas en 2022, donde junto a otros autores y tras mantener retenida a la víctima contra su voluntad, le robaron un reloj de la marca Rolex, a la vez que pretendían cobrar un rescate por su liberación. La víctima consiguió huir saltando desde el balcón de la vivienda en que estaba secuestrada.
El referido delincuente figuraba tanto en el proyecto Most Wanted de la National Crime Agency (NCA) británica y en el de la organización no gubernamental sin ánimo de lucro Crimestoppers, lanzado en 2006 para identificar a fugitivos buscados por la Policía británica, principalmente por delitos relacionados con el narcotráfico, asesinato, robos, y tráfico de armas en el Reino Unido y que se sospecha que podrían haber huido a España.
Organización criminal dedicada a las estafas
Por otro lado, en otra operación, la Guardia Civil ha detenido también en Estepona (Málaga) al ciudadano de Países Bajos, C.A.B, reclamado por delitos de estafa, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. Según informaron las autoridades de ese país, C.A.B, formaba parte en 2019 de una organización criminal dedicada a las estafas mediante phising, llegando a afectar a decenas de víctimas en ese país. Además, durante el registro domiciliario que se efectuó en su vivienda en Holanda, se encontraron varias armas de fuego.
Ambas investigaciones han sido llevadas a cabo por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, concretamente por el Equipo de Huidos de la Justicia en colaboración con la Oficina de Enlace de la NCA en España y la Politie holandesa, respectivamente.