Todo comenzó con pretensiones didácticas, pero ha acabado por convertirse en un reclamo turístico. “Lo solicitan restautantes y hoteles para entregarlo como regalo a sus clientes”, afirma Pepe ‘Jota’ Siroco, creador, junto a José Antonio Harana, de una obra de arte que puede tocarse con las manos mientras se disfruta. Pero por tiempo limitado.
Se trata de un juego de cartas cuyo objetivo es dar a conocer Sanlúcar de Barrameda. Incialmente pensado para formar y difundir entre los escolares, el éxito de la propuesta ha superado la idea inicial. “Solo habíamos lanzado una edición de 200 ejemplares, pero se vendieron en apenas 20 días”, explica Pepe. Tras el éxito, se ha reeditado, con una tirada de 100 barajas más, pero, de momento, no habrá más.
El secreto de esta idea es que a sus pretensiones didácticas se ha unido su capacidad como recurso turístico. Y es que, la obra de arte que han creado estos artistas sanluqueños uniendo literatura y pintura llama mucho la atención.
‘Un paseo por Sanlúcar, calles de verso y color’, que así se denomina esta obra de arte, propone un recorrido por la localidad sanluqueña que puede hacerse a pie en un cómodo paseo de dos horas aproximadamente. Algún tiempo más supondrá si se aprovecha para ir probando aquí y allá algunos de los platos o productos típicos locales que vamos encontrando en diferentes establecimientos por el camino.
Así, en una baraja de cartas han sido capaces de reunir algunos de los puntos más llamativos de la localidad sanluqueña. Todo a través de la ruta trazada por un juego de 23 naipes que ayuda a pasear y conocer el Barrio Bajo, el Barrio Marinero, Bonanza, La Calzada, Las Piletas...
Todo comienza en la Plaza del Cabildo. Allí, las palomas contarán que aprendimos a volar. Así se corta la cinta a un viaje por calles y lugares emblemáticos y significativos de Sanlúcar.
Un recorrido que va sumando conocimiento cultural y que da a conocer la idiosincrasia del pueblo sanluqueño a través de versos que se asemejan a dichos populares escritos sobre las acuarelas. El trazado, tras dejar atrás la Plaza del Cabildo con sus palomas y todo lo demás que ofrece, continúa por la calle de La Capillita
Pepe Siroco explica que “todo surge a raíz de un poema por Sanlúcar que escribí. Tras crearlo, le faltaban unas imágenes, que se consiguen gracias al arte con la acuarela de José Antonio Harana”.
Y de una cosa a otra, ponemos rumbo por Calleja de la Amargura, para afrontar la temida Cuesta de Belén perdiendo resuello y pies en este particular Tourmalet sanluqueño antes de llegar al Barrio Alto.
Sanlúcar se divide entre el Barrio Bajo y el Barrio Alto, tan simple como visible y duro para los pies a veces.
La idea primigenia era que se distribuyera en colegios y entidades sociales para permitir al alumnado conocer y recorrer el pueblo a través del juego. Pero luego han sido restaurantes y hoteles los que se han hecho con ella como recuerdo turístico. “Hemos pasado de una actividad que pretendía ser una acción didáctica a tener entre las manos un recuerdo turístico” exclusivo y de edición limitada.
Sí, porque este profesor jubilado que ejerció en el colegio El Picacho, cree que este apreciado tesoro ha de servirse como los buenos perfumes, en frascos pequeños. “No tiene sentido intentar sacar otras versiones, porque en esta baraja se resume lo más característico de Sanlúcar y es una ruta de lo más significativa”.
La baraja se vende en librerías locales como Fórum y Érase una vez, además de en el Kiosko Cervantes. Su precio es de 10 euros.
Sin duda alguna, de haber encontrado algo de apoyo público, esta propuesta podría haber tenido un mayor recorrido. “La gente que la conoce queda encantada, porque es una cosa absolutamente nueva, que no existe en ningún sitio ni como elemento turístico ni docente”. Pero a los creadores no les preocupa demasiado.
Una vez que se agoten los ejemplares que hay aún disponibles, el objetivo es “hacerlo en otras ciudades con belleza y elementos suficientes, como Sevilla y Madrid”. De lograrlo, será un acierto.
El copyright pertence a Siroco y Harana. Una pareja de artistas de Sanlúcar que ha conseguido que “la gente que vive fuera, cuando lo recibe, porque lo pueden pedir para enviar, se emocionen. Siempre mandan expresiones muy cariñosas y emotivas hacia Sanlúcar cuando ven las acuarelas y los poemas”, cuenta Siroco.
Especialmente significativo es el efecto que genera a los sanluqueños que están fuera de su tierra: “Les llega al corazón”. Algo normal al sentir más cerca Bajo de Guía, La Calzada, el muelle de Bonanza, el Guadalquivir y volver a tener a un golpe de vista Doñana. No hay mayor recompensa.
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