Tras los problemas que ocasionaron un grupo de okupas durante el pasado verano, los vecinos de la barriada España de Jerez se quejan ahora de los grandes escándalos que forman cada sábado los jóvenes asistentes a las diferentes discotecas de la zona. Botellón en la plaza, gritos, orines en la vía pública y dejar basura tirada en plena calle son algunos de los motivos por los que los vecinos denuncian esta situación. La zona residencial en la periferia del centro de Jerez ha sido objeto de varios robos e intentos de robo con fuerza en los últimos tiempos, por si fuera poco, lo que tiene a sus residentes en pie de guerra ante el "caos total".
“Todos los fines de semana son un caos total. Comprendo que los jóvenes tienen que divertirse y pasarlo bien, pero no tienen por qué hacer sus necesidades en la calle, mover coches o ponerse a gritar”, cuenta Luis, un vecino que reclama una patrulla policial permanente durante los fines de semana (especialmente los viernes y los sábados por la noche) en la barriada para “acabar con el problema de raíz". "Si tenemos una patrulla dando vueltas por aquí viernes y sábados por la noche, estos energúmenos desaparecerían”. Reconoce que los efectivos policiales acuden siempre que les llaman y que a veces llegan vestidos de paisano, pero a los vecinos les resulta insuficiente, pues “si no hay denuncia es como si nos paseáramos cualquiera de nosotros”.
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Carmen, otra residente, cuenta cómo han llegado a tirarle cosas al patio de su casa e, incluso a saltar dentro. “La ventana de mi dormitorio da al patio y nos enteramos automáticamente en el momento en que saltaron. Mi marido les gritó desde dentro y rápidamente huyeron”, dice. También lamenta que los domingos por la mañana “sólo se limpia la calle Pintor Muñoz Cebrián”, donde se encuentra una de las discotecas a la que acuden estos jóvenes. “Muchas veces encontramos latas, botellas vacías y excrementos en el resto de calles que no se recogen en varios días”.
Además, denuncian el abandono de la barriada y reclaman arreglos en las infraestructuras, ya que es fácil encontrar alcorques y aceras levantadas y farolas en mal estado. “El gran problema es que no hay iluminación suficiente, las farolas son antiguas y muy malas. Eso ayuda a que el vandalismo se haga más presente”, lamenta Luis.
Otra vecina de la zona, María, cuenta también cómo esta misma semana la policía ha detenido allí a un hombre que estaba robando en los coches y también lamenta haber visto cómo, en ocasiones, se “dan patadas a espejos retrovisores o lunas de los coches aparcados en las calles de la barriada”. Incluso hay un vídeo, grabado por un vecino, en el que se ve claramente cómo dos jóvenes mueven un coche con sus propias manos para estorbar en la carretera y provocar algún tipo de accidente.
El presidente de la asociación de vecinos, Pedro Melgar, afirma, en declaraciones a este medio, que está en contacto con el Ayuntamiento y que en los últimos meses las cosas han mejorado mucho porque están acudiendo agentes de Policía del grupo Beta siempre que se les llama. Por ello, pide paciencia a los vecinos. “No se puede conseguir todo de golpe”, asevera Melgar.