Yassine K., el presunto autor del ataque terrorista perpetrado en enero en Algeciras, en el que fue asesinado un sacristán y resultaron heridas varias personas, será ingresado en un centro psiquiátrico de Huelva.
Así lo ha decidido el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea. El magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6 ha tomado esta decisión siguiendo el criterio marcado por los médicos de la Audiencia Nacional, que recomendaron el pasado mes de marzo que fuese internado.
El examen realizado por los médicos reveló que la sintomatología que presenta Yassine K. es compatible con un trastorno delirante, lo que hacía recomendable su internamiento en una unidad psiquiátrica dependiente de Instituciones Penitenciarias a la espera de nueva valoración.
El examen forense fue acordado por Gadea a los efectos de informar sobre si el sujeto era imputable o no. En su resolución, el magistrado indicaba que ese reconocimiento forense se debía hacer con pleno respeto al derecho de defensa del detenido y con su previo consentimiento.
Así, ofició a la clínica forense de la Audiencia Nacional para que dos médicos fueran quienes realizaran el examen al investigado. El día en el que se produjo, trascendió por fuentes jurídicas que el investigado en la hora escasa de examen habría insistido ante los psiquiatras que "veía diablos".
Este mismo martes, el magistrado ha rechazado enviar la causa a los juzgados de Algeciras insistiendo en que de lo instruido hasta la fecha se desprende que el ataque tenía "fines terroristas". Además de rechazar inhibirse, el magistrado ha acordado el levantamiento del secreto de las actuaciones.
Según recogía el relato de hechos plasmado en el auto por el que el juez acordaba la entrada y registro en la casa del presunto yihadista, Yassine K., en torno a las 18.30 horas del 25 de enero "accedió al interior de la Iglesia de San Isidro" en Algeciras e inició una discusión con los allí presentes, "manifestando a los feligreses de forma vehemente que la única religión que hay que seguir es la religión islámica".
Tras esto, el auto, que se hace eco del informe de la Policía, indicaba que Yassine abandonó el lugar "profiriendo mensajes en árabe cuyo contenido se desconocen", pero regresó de nuevo a las 19.40 horas. "Desde el interior de la iglesia los allí presentes escuchan como alguien ubicado en el exterior de la iglesia profiere gritos en árabe", se indica, para añadir que, una vez finaliza la misa, el sacerdote encargado de la misma baja del púlpito para comprobar lo que estaba ocurriendo, "instante en el que el investigado portando en su mano un machete de grandes dimensiones y de forma súbita agrede al sacerdote --Antonio Rordríguez Lucena-- causándole lesiones de gran gravedad".
Según apuntaba el juez, Yassine también intentó atacar a un testigo allí presente y tras eso huyó de la iglesia y se dirigió a otro centro de culto católico llamado Virgen La Palma ubicado a unos 200 metros. "En ese lugar se encuentra con el sacristán de esta iglesia, que estaba abandonando el lugar por una puerta trasera (...), Kanjaa inicia varias acometidas sobre el mismo, causándole unas primeras lesiones", apunta.
El relato de los hechos realizado por la Policía indica entonces que el sacristán intentó huir dirigiéndose a la plaza Alta, pero cuando llegó al centro de la misma "es alcanzado por el atacante quien una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra 'allah' le asesta una última estocada mortal".