El enorme cilindro que se ubica en la glorieta de la estación de Renfe de Atocha en Madrid desaparecerá del centro de la capital. Las obras de la línea 11 del Metro de Madrid que cruzará la ciudad de norte a sur acabará con este espacio dedicado a las víctimas de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 según los planes de la Comunidad de Madrid.
Así lo ha publicado El Mundo tras la información recibida por la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, que prevé la obra en dos fases. En primer lugar, una intervención interior que durará un mes y comenzará el próximo mes de agosto, y una exterior que se iniciará dos meses después con objeto de eliminar este monumento que pesa 160 toneladas y mide once metros de altura, construido con ladrillos de vidrio pegados con un pegamento especial según dice el documento al que ha tenido acceso ese medio.
La Comunidad de Madrid, que abordará dicha remodelación, también acometerá obras en el nuevo vestíbulo de la estación de Atocha, integrando un nuevo memorial en memoria a las víctimas del 11M. Por su parte, el consistorio madrileño acometerá el proyecto de la parte exterior.
Entre los objetivos del ejecutivo de Díaz Ayuso se encuentra transformar la puerta de entrada al centro de Madrid en una estación de primer orden, con objeto de que alcance los quince millones de viajeros. La retirada del memorial a las víctimas del 11M ha dado que hablar, y el gobierno madrileño ha asegurado que mantuvo un encuentro con las asociaciones de víctimas para crear un "grupo de trabajo" en el que se recojan las iniciativas sobre el homenaje, que la comunidad quiere extender hasta los 1.993 metros cuadrados, con una parte independiente con mampara de cristal como zona de esparcimiento.