Barbate: turismo, atún, "buena gente"... y récords de paro

Desde el 'piojito' de este municipio costero de Cádiz, el quinto de España con menor renta media anual por habitante, los vecinos elogian los principales motores de su economía, pero reivindican más puestos laborales de cara al 28M

El piojito un jueves de abril en Barbate, el pueblo con más paro de España.
El piojito un jueves de abril en Barbate, el pueblo con más paro de España. MANU GARCÍA

El Levante, en calma. Un sol radiante calienta los toldos del mercadillo o “piojito” que reúne cada jueves a familias que buscan ganarse la vida y a otras, sin más remedio que optar por lo barato. Barbate, paraíso turístico donde la arena dorada se funde con el parque natural de la Breña y Marismas, es el quinto municipio de España con menor renta media anual por habitante (7.636 euros). Según el índice de Indicadores Urbanos (Urban Audit), actualizado en 2021 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), este municipio es el más pobre de la provincia y el cuarto de Andalucía.

A un mes de las las elecciones, el alcalde andalucista Miguel Molina (Axsí), que alcanzó la mayoría absoluta en 2019 (17 de 21 concejales, el 70% de sufragios), probará suerte de nuevo. Mientras, 22.872 barbateños piensan en sus quehaceres diarios una mañana cualquiera.

En sus entrañas, este pueblo marinero sabe a Atún y chocolate —la película de Pablo Carbonell—, pero también a turismo, vacas retintas y a narcotráfico, ese que sigue castigando a la costa gaditana. “Señora, ole, ole, a tres euros los vaqueros”, grita un vendedor delante de la tarjeta que identifica que tiene todo en regla para trabajar en su puesto. “La moda, nena, pasad dentro”, dice otra mujer señalando un cartel que comunica que dispone de datáfono para pagar con tarjeta.

Varias mujeres en el mercadillo de Barbate.
Varias mujeres en el mercadillo de Barbate.   MANU GARCÍA

En mitad del jaleo y las conversaciones entre vecinos, la droga es una palabra tabú, aunque se rumoree que las narcolanchas están presentes y las noticias retraten a este tumor que maltrata al pueblo. Con solo pronunciar las sílabas del término, dos mujeres que estaban mirando una camiseta se han dado la vuelta. Sus ojos se salen de las órbitas. “Yo de eso no voy a hablar. Cada uno sabrá. Mi marido, fallecido hace ocho meses, era un trabajador, se ha llevado toda la vida luchando muchísimo”, comenta Ana, barbateña de 58 años que echa un vistazo por el mercadillo. Cuando piensa en cómo identificaría al pueblo que la vio nacer, de su boca sale lo siguiente. “El atún, hija, el atún está muy bueno, y las playas, yo no suelo ir pero me encanta verla”, dice volviéndose hacia el mar, que se divisa desde su posición.

Ella emigró a Cataluña en busca de una vida mejor, pero diez años después regresó a su tierra donde ve que persisten los motivos que la llevaron a marcharse. “Aquí la lucha es el trabajo para la juventud. Hacen falta muchas cosas aquí”, suspira. “El paro, hay mucho paro. Gracias a dios mis niños están trabajando, pero hay muchísima juventud parada con carreras y se tienen que ir fuera, como yo lo hice”, dice Ana que se queda con lo bueno del municipio. El ambiente y su gente. “Te tratan muy bien, es muy campechana”.

El mercadillo de Barbate tiene lugar cada jueves frente al puerto.
El mercadillo de Barbate tiene lugar cada jueves frente al puerto.   MANU GARCÍA

De política tampoco habla, pero sí cree que “deberían hacer más unos y otros”. Después, continúa su camino dejando atrás el primer puesto que encabeza la fila, frente al puerto. Allí, Juan Luis, de 19 años, coloca unas sandalias de esparto ideales para la primavera que ya se ha asomado en el sur. Viene cada jueves de La Línea “a echar la caña, como decimos nosotros, a ver si recogemos algo”. Su padre lleva 35 años montando su puesto de calzado en este pueblo donde “la gastronomía es muy buena y la gente muy amable”. Es lo que el joven destaca del lugar donde se instala cada semana para ganarse el pan.

Dolores Pacheco está de acuerdo con él. “El atún nos da mucha vida y gracias a dios viene mucho turismo”, dice esta barbateña “de toda la vida” que pasea con su perro. La vecina histórica, de 65 años, habla bondades de Barbate. Para ella, las tres cosas que lo identifican son la “muy buena gente”, “los trabajadores” y “las playas maravillosas”. En su pueblo “se vive bien”, pero también hay mucho por lo que alzar la voz. Entre el gentío destaca el “poco trabajo” porque “hay mucha juventud que no trabaja”.

En su caso, sus hijos son de los afortunados que desarrollan su actividad laboral en el municipio. “Van tirando, no están mal”, dice Dolores, que procede de una familia de hosteleros. Su marido le ha dado el relevo a uno de sus hijos, Narci Corrales, cuando en 2015 se puso al frente de la Peña del Atún, uno de los referentes de esta materia prima tan alabada en la zona.

Zapatos en el puesto de Juan Luis, tendero de La Línea.
Zapatos en el puesto de Juan Luis, tendero de La Línea.   MANU GARCÍA
Dolores Pacheco en uno de los puestos de su tierra natal.
Dolores Pacheco en uno de los puestos de su tierra natal.   MANU GARCÍA

A unos metros de ella, en una mesa reposa un cartabón y un sello numérico. “Más barato que robar”, grita uno de los vendedores ambulantes que viven del comercio más antiguo existente. En frente, Enrique, chiclanero que lleva 35 años vendiendo en este mercadillo, termina de colgar una prenda. “Mis trajes gustan, son de calidad, pero entiendo que haya gente que ahora mismo no me los pueden comprar, solo los turistas”, comenta a la sombra. Sus palabras reflejan la realidad socioeconómica que se palpa en las calles y que convierte al pueblo pesquero en el que más parados tiene de España. Una cuarta parte de su población, el 24,3%, se encuentra desempleada, según el Censo de Población y Viviendas en 2022 realizado por el INE.

"El atún nos da mucha vida"

"La cosa está mala en todos los sitios pero en Barbate se agrava más, ahora estamos esperando al turismo, porque la gente no puede", comenta el chiclanero que sigue al pie del cañón para pagar los estudios de su hija. "Si me voy de aquí, ¿cómo la apoyo?", expresa el vendedor, que asegura que "esto es muy duro". No solo por el comercio online que acapara gran parte de las ventas sino también por los grandes centros comerciales y el macro bazar que queda a su espalda. 

"Cuando hay un pobre en la puerta de una iglesia se hace de oro, puede guardar dinero hasta debajo del colchón, pero cuando hay tres pasan hambre los tres. Es lo que le pasa al comercio. La presión fiscal cada vez es más alta, los derechos son los mínimos pero las obligaciones las máximas", reivindica Enrique, que explica la situación de muchos tenderos en toda España. 

Enrique, chiclanero, en su puesto de ropa.
Enrique, chiclanero, en su puesto de ropa.   MANU GARCÍA
Juan y Wenceslao se desplazan al mercadillo desde Zahara de los Atunes.
Juan y Wenceslao se desplazan al mercadillo desde Zahara de los Atunes.  MANU GARCÍA

En pandemia, asegura que tuvo que pagar su cuota pese a que era inviable montar el puesto y cuenta que trabajar durante una mañana le cuesta "unos 60 euros mínimo", cantidad a la que suma la gasolina del coche entre otros aspectos. Pese a su descontento, Enrique se queda con el lado bueno de la tierra a la que se desplaza para salir adelante. "A mi lo que me gusta de Barbate es la gente, es muy apacible, muy solidaria con el pueblo. Aunque seas de fuera, son muy acogedores", destaca. El reloj va a marcar las 12.30 y solo ha hecho dos ventas, pero no pierde la esperanza ante una temporada alta que espera un gran número de visitantes —viendo que en el primer trimestre del año en los hoteles de la provincia gaditana se han alojado 377.865 viajeros, lo que supone un aumento de 25,91% con respecto al año anterior.

En el mercadillo ya hay visitantes de otras localidades como Juan, recién jubilado a sus 70 años. Este vecino de Zahara de los Atunes suele venir al municipio porque "Barbate es más barato". Aunque no sea residente, está estrechamente vinculado a este pueblo donde, una vez más es definido por su atún, su turismo y "su buena gente". "Jugaba aquí al fútbol y todavía conservo muchos amigos", dice Juan, que se ha dedicado toda su vida a la construcción. El hombre abraza al hombre que permenece a su lado, uno de los muchos veraneantes que acoge Zahara cuando llega el buen tiempo. Wenceslao no es la primera vez que viene a Barbate. "Muchos años de veraneo, y desde que me jubilé vengo a menudo", cuenta entre bromas con el que le llama "Uve".

Al mal tiempo, buena cara. Aunque los datos sean preocupantes para este municipio, su gente se busca las papas y no pierde la sonrisa. El viento empieza a soplar con más fuerza, a rozar los acantilados y a levantar la arena de la playa de la Hierbabuena, conocida en todo el país porque en verano, es el enclave donde resuena la música rap, trap o latina, este año de la mano de Dellafuente, Natos y Waor o Ska-P.

Sobre el autor:

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Patricia Merello

Titulada en Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense de Madrid. Mis primeras idas y venidas a la redacción comenzaron como becaria en el Diario de Cádiz. En Sevilla, fui redactora de la revista digital de la Fundación Audiovisual de Andalucía y en el blog de la ONGD Tetoca Actuar, mientras que en Madrid aprendí en el departamento de televisión de la Agencia EFE. Al regresar, hice piezas para Onda Cádiz, estuve en la Agencia EFE de Sevilla y elaboré algún que otro informativo en Radio Puerto. He publicado el libro de investigación 'La huella del esperanto en los medios periodísticos', tema que también he plasmado en una revista académica, en un reportaje multimedia y en un blog. 

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Comentarios (1)

Miguel Molina Chamorro Hace 1 año
Estimada Sra. Merello, Le escribo en relación a su reciente artículo sobre Barbate publicado en La Voz de Sur. Quiero expresar mi preocupación por el enfoque que ha dado a la situación de nuestro municipio. Y es que aun reconociendo que Barbate tiene algunos problemas, relacionados con la empleabilidad y la delincuencia, como cualquier otra localidad, siento que su artículo ha hecho hincapié en el problema del narcotráfico y del paro, sin profundizar en otros aspectos positivos en estos
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