Una reyerta en la prisión de Puerto III ha hecho saltar las alarmas sobre la complicada situación laboral de los funcionarios de este centro penitenciario. El pasado sábado, en torno a las 17:30 horas, se produjo una pelea multitudinaria tras negarse uno de los reclusos a salir a la sala de día del módulo 4.
A él se unieron otros presos, quienes arremetieron con patadas y puñetazos contra los vigilantes que se encontraban en ese momento en la zona. Según recoge el comunicado emitido, "un número considerable de internos provocaron graves incidentes regimentales, convirtiendo la sala de día en un auténtico campo de batalla".
Desde el sindicato también comentan que los presos amotinados utilizaron diferentes elementos como sillas, mesas y papeleras para agredir a los funcionarios que al estar en clara desventaja no pudieron hacer frente al ataque que estaban recibiendo. El resultado de este asalto fue de varios trabajadores que tuvieron que ser atendidos en la enfermería del centro penitenciario con magulladuras, heridas, contusiones y un esguince de tobillo. El que peor suerte tuvo fue un jefe de servicios que tuvo que ser atendido inmediatamente por los servicios de emergencia al sufrir una profunda brecha en la cabeza y otra en la ceja.
Los sindicatos de Puerto III han denunciado el recorte continuado de plantilla, lo que provoca un menor control de situaciones como esta, así como dificulta la posible cobertura a compañeros que puedan enfrentarse a situaciones que afecten a su integridad. Del mismo modo, han solicitado la reducción del número de internos en módulos destinados a presos peligrosos (como es el caso del 4) para evitar aglomeraciones y minimizar la posibilidad de que ante un altercado pueda producirse un efecto contagio.
"Desde las organizaciones sindicales pedimos a la Dirección del Centro que ponga medidas urgentes y eficaces como la reducción del número de internos (más de 1200, con una masificación del 120%), el aumento de la plantilla de interior, más comunicación con las OOSS y el resto de la plantilla", proponen al respecto. Por último, han querido trasladar un mensaje de ánimo y fuerza a los funcionarios agredidos para que se recuperen pronto, a la vez que desean que la institución haga algo para evitar que estos hechos vuelvan a suceder.