Antonio, Luis y Paco son Baltasar, Melchor y Gaspar, respectivamente. Cada uno encarna a uno de los Reyes Magos porque así se lo ha pedido Juan Carrero, el fisioterapeuta que consiguió que, tras estar ingresados en la UCI, volvieran a andar, a recuperar la movilidad, y una vida medianamente normal.
Son tres de los integrantes del Belén viviente que, este viernes, se celebra a las puertas del centro de salud de Villamartín, en la Sierra de Cádiz, protagonizado por pacientes y profesionales sanitarios, durante el que se han cantado villancicos y se ha bailado. Se ha reído. Se ha disfrutado. Y también se ha concienciado.
Porque el objetivo del Belén viviente, además de implicar a la comunidad en un acto ameno en puertas de las fiestas navideñas, era dar consejos e incidir en la importancia de tener una alimentación y unos hábitos de vida saludables.
“Cuida lo que comes”, “haz ejercicio”, “controla tu peso corporal”, “ten un descanso de calidad”, “evita bebidas alcohólicas y tabaco, no fumes”, “controla el estrés” o “mantén a raya la tensión arterial alta” son algunos de los consejos cardiosaludables que se pueden leer en el folleto repartido durante la celebración del Belén.
Comer bien, de forma saludable y sin atracones. Pueden parecer unas recomendaciones antiNavidad, una época en la que se asume que todo se debe practicar en exceso —las comidas, las compras…—, pero son clave para evitar disgustos en un futuro. Por eso, el acto lo organizan la sala de fisioterapia del centro de salud, de la mano de las unidades hospitalarias de medicina física y rehabilitación, así como de cardiología, una actividad enmarcada dentro del Plan de Humanización.
Para evitar sustos, se decía, como los que se llevaron Antonio, Luis y Paco, que además de compartir reinado en el Belén viviente, tienen a sus espaldas duras vivencias de ingresos en UCI y una larga rehabilitación posterior. Unos seis meses de sesiones rehabilitadoras pasó Antonio, que “no servía para nada” cuando empezó las sesiones. Tenía la musculatura atrofiada y apenas podía moverse. “Fue duro no, peor”, recuerda.
Pero, una vez recuperado, repite como Rey Mago en el Belén viviente celebrado en el centro de salud, junto a sus compañeros de fatigas. Luis estuvo “muy grave”, pero se rehabilitó “con Juan, que es un fenómeno”. Un mes y medio en la UCI y tres de rehabilitación, a la que llegó en silla de ruedas —“no tenía músculo ninguno, pero a base de gimnasia…”—. Paco fue quien más tiempo siguió los consejos de Juan. Nada menos que un año y medio, tras salir de una operación cardiaca.
A Charo Sierra, que forma parte del cuerpo de baile que interpreta una coreografía mientras un coro canta villancicos, le dio un ictus, que le afectó a la vista y al habla, y 15 días después, un derrame cerebral que le dejó medio cuerpo paralizado. “Iba a rastras”, recuerda.
Hace nueve años de aquello, y ahora puede decir que casi se ha recuperado, y ha respondido a la llamada de Juan Carrero, su fisioterapeuta, pero que también hizo de “psicólogo”. “Nos reíamos y llorábamos”, dice, durante un proceso en el que el profesional sanitario “se volcó” para que pudiera volver a caminar.
“Los médicos me dicen que soy un modelo a seguir, quisieron que participara en un estudio”, cuenta Charo, que cada vez que puede colabora en actividades con personas que están en la misma situación por la que pasó, “para que a nadie le vuelva a ocurrir”.
Desde que sufrió el ictus, y el posterior derrame, su vida cambió radicalmente. Ya no puede trabajar, pero se involucra en toda actividad en la que es requerida su presencia. “Me ha cambiado la forma de ver la vida, yo veo a alguien triste y le digo que tire para adelante, porque le he visto las orejas al lobo”.
Remedios García, que escucha a Charo mientras cuenta su historia, no ha sido paciente, pero se “apunta a todo” lo que se haga en el pueblo. Y para el Belén viviente no iba a ser menos. La ocasión lo merece. “Estas enfermedades (cardiovasculares) están aflorando y hay que prevenirlas con alimentación y ejercicio físico”, comenta. Y más en unas fechas en las que las comilonas abundan.
La actividad, que forma parte del Plan de Humanización que tiene el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en este centro, es un éxito de público. En la performance navideña participan mujeres, con vestimentas de la época, que bailan villancicos. Y niños de colegios que acompañan a las palmas. "Queríamos implicar a adultos y a niños en una actividad que fomente hábitos saludables", cuenta José Enrique Sánchez, subdirector del área de gestión sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra, y referente de Atención Primaria en la Sierra gaditana.
"La mortalidad cardiovascular sigue siendo la primera causa de fallecimiento a nivel mundial", aporta Eva González, jefa de servicio de Cardiología del área de gestión sanitaria. "Por eso queremos concienciar a la población de la importancia de disfrutar de una dieta saludable". En Navidad, dice Sánchez, "se pueden pasar buenos ratos con una dieta sana y sin atracones". Así, se trabaja en la prevención de "los factores de riesgo", para no tener que llegar a la medicación para controlar problemas cardiacos.
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