Nunca antes las personas habían tenido tanta facilidad para contactar entre ellas a distancia como ahora gracias a Internet. Redes sociales, páginas web, foros o páginas de citas son solo algunos ejemplos de las miles de posiblidades que se ofrecen a los usuarios para conocerse.
Sin embargo, quien hace la ley también hace la trampa y, como lleva advirtiendo mucho tiempo la Policía, es muy fácil caer en ciberestafas que de una u otra manera buscan acceder al dinero o a la documentación de las víctimas.
Este ha sido el caso de una red internacional de defraudadores que usaban el portal de citas Tinder para entablar contacto con sus potenciales presas, a las que han estafado más de 20.000 euros.
Un detenido en Benidorm y otro en Pamplona
La Policía Nacional ya estaba tras los pasos de esta red criminal del año 2021, cuando la Policía de Dublín hizo extensiva la denuncia de una ciudadana que afirmaba haber sido estafada por un hombre a través de Tinder.
Rastreando las distintas direcciones IP, los agentes han conseguido llegar hasta dos ciudadanos residentes en España, uno de origen guineano que se encontraba en Benidorm y otro, cuya nacionalidad no ha trascendido, que ha sido cazado en Pamplona.
Las pesquisas policiales siguen su curso, ya que se cree que podría haber más estafadores repartidos por el territorio nacional además de por Italia, el otro punto al que los rastreos digitales han llevado a los cuerpos de seguridad.
Víctimas de avanzada edad y desocupadas
En cuanto al perfil de las víctimas, la Policía ha confirmado que los estafadores buscaban a personas de edad avanzada, que vivieran solas en sus casas, tuvieran escasa vida social y que se encontraran desocupadas o con mucho tiempo libre.
El modus operandi era muy sencillo: se aprovechaban de la soledad de estas personas para entablar con ellos una falsa relación a distancia, que utilizaban como pretexto para pedirles que realizaran transferencias bancarias que supuestamente permitiría que se vieran.
Cabe destacar que la tarea de investigación de estos hechos es mucho más difícil de lo que parece ya que muchas de las víctimas no han llegado a denunciar estos engaños, bien porque no llegaron a percatarse de que se estaban aprovechando de ellos o bien por simple vergüenza.