Uno de los destornilladores que empleó Gustavo Daniel para acabar con Pedro Luis, su pareja según las primeras investigaciones, todavía permanecía clavado en el ojo de la víctima cuando llegaron los agentes de la Policía Nacional al lugar del crimen.
Un asesinato con tintes esotéricos en cuya escena había sal por todos lados, además de varias biblias. El cadáver estaba completamente desangrado y a su alrededor había varios elementos esotéricos y religiosos.
El presunto asesino, que se encontraba bajo los efectos de alguna droga, se grabó nada más cometer el crimen y subió un vídeo a las redes sociales donde se le podía ver junto a un cuadro de un Corazón de Jesús. "Lo siento mucho", afirmaba mientras se reía.
Los hechos, ocurridos en el distrito madrileño de Puente de Vallecas, ha conmocionado a los vecinos, que nunca habían alertado nada raro en la pareja. El Grupo V de Homicidios de Madrid está investigando si el asesinato corresponde a algún ritual satánico.
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