Bilal es uno de los jóvenes migrantes que fue expulsado del centro de menores Anide, 9, del que era el antiguo Hotel Ávila de Jerez. Hace unos días, hasta diez jóvenes migrantes fueron expulsados, según denuncian desde la Red de Apoyo a Inmigrantes Dimbali, que reclama una acogida digna a las persona extranjeras y que se cumplan los derechos de estos menores.
Para denunciar estas expulsiones, la organización humanitaria ha grabado un vídeo en el que relata la experiencia de Bilal, que tras ser expulsado tuvo que dormir dos noches en la calle. "La educadora es muy racista, sus palabras duelen mucho. Nos dijo que ella no tiene culpa de que vengamos en patera para tocarle a ella los cojones", relata el hermano de Bilal en el vídeo.
En el testimonio que ofrecen, relatan que el centro de menores no les proporciona apenas ropa y que les da de comer "mucha sopa". "Es increíble, la verdad". El hermano de Bilal cuenta que, tras ser avisado de que su hermano iba a ser expulsado, estuvo varias horas esperando para ver qué pasaba con él, acompañado por su mujer, en avanzado estado de gestación.
"Bilal es solo una de esas muchas personas a las que la Administración pública deja en la calle en situación de vulnerabilidad y desamparo", denuncian desde la Red de Apoyo a Inmigrantes Dimbali de Jerez, que lleva meses denunciando las "prácticas abusivas" que se producen en muchos centros de menores tutelados.
“Queremos denunciar, una vez más, que la Junta de Andalucía trata de forma indigna a estos jóvenes, echándolos de un día para otro a la calle, aprovechando el período vacacional, y haciéndolo en víspera de festivo, quizás para que pase más desapercibida esta injusticia”, relata la Red, que hace unos días se concentró en Cádiz, junto a colectivos humanitarios, como Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, Voluntarios por otro mundo, la Red de Acogida de El Puerto o Prodeni, para pedir a la Junta que no abandone a estos jóvenes.