Se veía venir, andaba herido de muerte, como publicaba este jueves la prensa británica. Boris Johnson no ha podido resistir más a las presiones de la oposición de numerosos miembros de su propio partido y ha aceptado dimitir como líder troy, pero quiere mantenerse como primer ministro hasta otoño.
Sin embargo, esta decisión cuenta con un apoyo mínimo, ya que incluso desde dentro del gobierno británico se le insta a abandonar su cargo inmediatamente, siendo sustituido por Dominic Raab como interino.
En una comparecencia de apenas cinco minutos, Johnson ha confirmado que dimite y que finalmente, tras más de una cuarentena de dimisiones, entre ellas cuatro ministros, ha puesto en marcha el proceso para ser sustituido como líder del Partido Conservador británico y, por tanto, como primer ministro del Reino Unido.
Johnson supedita los tiempos de su salida a un calendario que será anunciado la semana que viene. "Estoy triste, dejo el mejor trabajo del mundo".
La noticia de la dimisión de Boris Johnson llega en un momento crítico de su mandato, salpicado por numerosos escándalos y recibiendo una renuncia tras otra de sus compañeros de gobierno, el último de ellos el primer ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis. En total ya son 57 los cargos que han dimitido en las últimas fechas.