La movilización convocada este sábado contra las detenciones y "represión" tras las protestas del metal en Cádiz ha reunido a alrededor de 5.000 personas según la organización. La movilización, convocada por la confluencia de sindicatos alternativos de Cádiz, ha partido de los astilleros de la capital gaditana y ha terminado en la sede de la Subdelegación del Gobierno.
“A Cádiz no se le va a parar aunque envíen más tanquetas o el Ejército entero, porque nosotros hemos sido ejemplo y el miedo ha cambiado de bando”, ha dicho Jesús Galván, miembro de la Coordinadora de Trabajadores del Metal.
“La huelga del metal ha servido para demostrar que si la clase trabajadora del mundo se para, se para el mundo”, ha añadido Galván, quien ha parafraseado a Almudena Grandes para decir que en Cádiz “los trabajadores, además de heredar los apellidos, hemos heredado saber que si no salimos a la calle no podemos defender lo nuestro”.
Vicente Sarasa, de la Confluencia Sindical de la Bahía, ha criticado que la manifestación estuviese vigilada por controles policiales con agentes con metralletas, lo que ha calificado de "represión preventiva".
La portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, también presente en la marcha, se ha comprometido a "no consentir" que se tome como "cabeza de turco" a los arrestados por los disturbios de hace unos meses. "No es posible que se detenga y judicialice un conflicto social. Es imposible saber todo el que dio un empujón a un contenedor, el que estuvo en un piquete o todo el que bloqueó una vía de comunicación... Es imposible", ha reseñado.
En esa línea, Rodríguez ha insistido en que la "finalidad es meramente política, la de asustar", por lo que ha pedido al Gobierno central que se "implique" y "no mande más tanquetas, ni más antidisturbios ni más policías de la Brigada de Investigación para reprender" a los que participaron en las movilizaciones. "Le pedimos al Gobierno que mande más carga de trabajo e inspectores para que se cumplan los convenios que peleamos", ha exigido Rodríguez.
A ella, se han sumado medio centenar de trabajadores del sector de la Atención Domiciliaria que participan en la marcha blanca andaluza del sindicato CGT en defensa del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD), que arrancó la semana pasada en Almería, con la primera de sus 14 etapas para recorrer todas las provincias andaluzas en demanda de que este servicio deje de estar "privatizado" mediante concesiones administrativas y sea plenamente "municipalizado".