Un total de trece personas han sido detenidas acusadas de delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal tras una operación llevada a cabo por la Guardia Civil de Cádiz en la Sierra de Cádiz.
La referida organización estaba compuesta por un clan familiar que lideraba una madre junto a sus tres hijos. Como guardería y lugar de distribución de la cocaína, heroína, rebujito, hachís y metanfetamina en roca utilizaban una red de viviendas propias y ocupadas ilegalmente para desarrollar esta actividad ilícita. La organización estaba perfectamente estructurada a través de diferentes roles y una jerarquía muy definida, con la madre como líder y a continuación los diferentes escalones de responsabilidad.
Las investigaciones comenzaron a mediados del pasado año cuando agentes de la Guardia Civil de Villamartín detectaron un aumento cuantitativo de la droga en las calles de la localidad, con el incremento de la presencia de toxicómanos en la zona. Esto hizo saltar las alarmas a los investigadores, que fueron testigos de la alarma social generada en esta localidad serrana.
El modus operandi consistía la utilización de una red de viviendas propias u ocupadas ilegalmente para la realización de esta actividad ilícita, donde guardaban, repartían y distribuían la droga, aprovechando la orografía existente en este tipo de localidades pequeñas, a drogodependientes de esa localidad, así como de otras localidades cercanas. También se realizaban ventas de la droga por diferentes integrantes de la organización en las calles, haciendo repartos mediante el método conocido por telecoca, a través de llamadas de teléfono o mensajería instantánea, acordando los puntos de entrega.
Finalmente, y tras meses de investigación, la Guardia Civil de Villamartín, junto con la Usecic de la referida comandancia, GAR, Unidad de Drones, Servicio Aéreo, Servicio Cinológico y Seguridad Ciudadana, llevaron a cabo el pasado miércoles un total de 11 registros en viviendas (10 en Villamartín y una en Bornos) en los que se incautaron de 350 gramos de cocaína/heroína (rebujito), 26 dosis de rebujito, 1 kilo de metanfetamina, de lo cuales 400 gramos en roca, 90 gramos de cocaína de alta pureza dispuesta para su venta, y 200 gramos de hachís.
También se han intervenido una gran cantidad de joyas de alto valor, 3.000 euros en efectivo, cinco vehículos, 26 teléfonos móviles y diversas herramientas destinadas al uso agrícola y mecánico, efectos que se presumen pudieran ser sustraídos y que se hayan utilizado como pago por los toxicómanos para sus dosis diarias.
Tras esta operación, la Guardia Civil ha resaltado que la gran adicción de estas sustancias genera una alarma social en las pequeñas poblaciones por la multitud de consumidores jóvenes que acuden en busca de su dosis, lo que trae aparejada la problemática de la comisión de delitos que derivan de la existencia de dichos puntos de venta, así como la gran adicción que genera y que propicia que los toxicómanos cometan actos delictivos para conseguir sus dosis diarias.
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