Pedir el pasaporte covid a los clientes genera revuelo entre los hosteleros. Algunos no están de acuerdo pero lo hacen sin rechistar. En cambio, otros no están dispuestos a adoptar esta medida de la Junta de Andalucía y se niegan "con temor" de ser sancionados.
Natalia Ledesma y su marido Frencisco Perujo son los propietarios de este local donde "conocemos a los clientes desde que abrimos, son fijos y sabemos cuáles están vacunados y los que no", explica a ABC.
El matrimonio lamenta que se enfrente a vacunados y no vacunados y, aunque ellos son provacunas y toman las medidas con cautela, no están de acuerdo con solicitar el pasaporte covid a sus clientes. Para ellos, la decisión de vacunarse o no contra el covid "es personal". Según explica Natalia, "no es mi trabajo. No puedo echar a una persona de mi cafetería o no dejarla pasar por una opinión".
La pareja colocó un cartel en la entrada de la cafetería que se ha hecho viral. En él mencionan varios artículos de la Constitución y se declaran defensores de "la libertad". "No vamos a discriminar a ningún cliente por un decisión personal. Igual que no lo hacemos por su procedencia, sexo, religión o color", comentan al diario sevillano.
Para ellos, no es efectivo parar a cada cliente y revisar sus datos personales ya que "son privados" y el matrimonio considera que no tiene autoridad para accedes a ellos "ni para compararlos con su DNI".