En medio de una fuerte polémica nacional por el nombramiento del fiscal Javier Zaragoza como refuerzo de la Fiscalía Especial Antidroga para el Campo de Gibraltar —ordenado sorpresivamente por la fiscal general del Estado, Dolores Delgado— y del rechazo en la comisión de Interior del Senado de la propuesta para considerar esta comarca de la provincia gaditana como Zona de Especial Singularidad se encuentra Francisco Mena (60 años). Presidente de Nexos, la federación antidroga de la provincia de Cádiz, y de la fundación Márgenes y Vínculos, lleva media vida batallando y pidiendo sensibilidad por la zona a las administraciones públicas desde hace tres décadas.
Este 2021 se cumplen treinta años desde que inició un combativo movimiento para cambiar el estado de cosas de un territorio cuya posición geográfica, junto al Estrecho de Gibraltar y a unos kilómetros de la frontera marroquí, siempre estuvo abonado al estraperlo. Fue a principios de los 90, con el caballo galopando por la comarca, cuando Paco Mena, que llegó a trabajar a la zona con unos 20 años desde su Málaga natal, se unió al grito desesperado de las madres. "Fue Micaela Pérez la que denunciaba cómo su hijo era heroinómano y le estaban vendido heroína sin que nadie le ayudase", rememora en conversación con lavozdelsur.es. "Caían como chinches, había el mismo número de heroinómanos que en Galicia. Luego los perfiles y los problemas fueron mutando".
Junto a Pepe Chamizo, entonces sacerdote de la Estación de San Roque y luego Defensor del Pueblo Andaluz, entre otras cosas, no ha dejado de luchar por paliar una lacra de la que las administraciones públicas solo aparecen acordarse "cuando la basura rebosa". Hace un par de años reinaba el caos y el desorden público en municipios como La Línea, San Roque o Algeciras. La llegada del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, sirvió para poner en pie un plan especial de seguridad que "va dando frutos", pero que "no es suficiente". El despliegue policial ya suma cerca de 10.000 detenidos por narcotráfico y blanqueo de capitales procedentes del narco (unos 2.000 del Campo de Gibraltar, "somos la parte más visible pero las operaciones abarcan a muchas nacionalidades y a muchos narcos de otras comunidades, hay ramificaciones por todos lados"—, 48 millones de euros de inversión y otros 20 más consignados para este año.
Sin embargo, voces como las de Mena son contundentes: "Si alguien piensa que esto se va resolver solo con medidas policiales, una vez más se equivoca. Esto es cíclico y ya lo hemos vivido. En los años 90 ya vivimos una situación similar. La gente entra en la cárcel, el espacio lo ocupa otra persona y el que sale de la cárcel vuelve al mismo sitio porque económicamente es muy rentable y, además, tiene escasas posibilidades de encontrar otra manera de ganarse la vida". En una entrevista publicada por este medio hace unos días, la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Algeciras, Carmen Martínez Perza, la considerada como jueza de los capos del narcotráfico en el Estrecho, expresaba una opinión casi idéntica. Sin planes más allá de la represión y el control policial parece evidente que no acabará la rabia.
No llega la vacuna para la situación que sufren los vecinos y vecinas del Campo de Gibraltar.
Efectivamente, aquí no hay vacuna. El problema que tiene el Campo de Gibraltar es un problema endémico. Cuando los problemas no se afrontan en su momento se enquistan y el problema de esta comarca con el narcotráfico es un problema enquistado a lo largo de los últimos 30 años. Acabar con esta lacra, por tanto, va a ser muy difícil. Sí es cierto que el plan especial que puso en funcionamiento el ministro Grande Marlaska está dando buenos resultados, eso lo reconocemos, porque ha habido un incremento de medios para las fuerzas y cuerpos de seguridad, se hacen más operaciones, se hacen más investigaciones… y están dando frutos.
Pero no basta.
Es que a nosotros no nos abandonó un Gobierno u otro, al Campo de Gibraltar lo abandonó el Estado. Cuando te abandona el Estado te está abandonando toda la estructura del Estado: la estructura policial, judicial, económica, de desarrollo… De esos vientos vienen estas tempestades.
¿Por dónde tiene que ir el Plan Integral para la comarca?
Ya dijimos hace años que el plan tiene que pasar por medidas de empleo, educativas, inversiones, infraestructuras, medidas fiscales, sanitarias… De ese Plan Integral, en principio el Gobierno estuvo diciendo que iba a estar contemplado en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y ahora esperamos que cumpla con la parte a la que se comprometió... se hablaba de una inversión global de unos 1.000 millones (a la que había que sumar el compromiso de la Junta de otros 200 millones). En ello estamos, esperando estas inversiones. Y el motor de estas inversiones debe de ser la línea de tren Algeciras-Bobadilla. El motor económico del Campo de Gibraltar es el Puerto de Algeciras y está estrangulado desde hace muchísimos años porque no tiene esa vía del tren. Con una excusa tras otra, al final nunca se hace. Cuando se contempla el dinero en los PGE es poco. Cuando hay dinero suficiente, no hay PGE… Solo hay excusas. Nos parece una tomadura de pelo que todavía hablen de un informe de impacto ambiental para retrasar más tiempo la construcción de la vía férrea. ¿En treinta años no se ha podido hacer?
"El motor económico del Campo de Gibraltar es el Puerto de Algeciras y está estrangulado desde hace muchísimos años porque hay un tren tercermundista"
Da la sensación que los políticos solo se acuerdan de esta comarca cuando truena por algo muy, muy grave...
Cuando hay un boom mediático por algo negativo salimos en todos los medios y luego ya se olvida. Siempre es así. El Campo de Gibraltar tiene un peso industrial en la provincia y en Andalucía que no se corresponde con el peso político que debería de tener. Es un peso muy pequeño para forzar a las diferentes administraciones para que hagan las inversiones que esta comarca necesita y que llevamos esperando 30 años. Al tren le falta ir a carbón, en países del Tercer Mundo hay mejores trenes. Ese motor económico conectado con El Puerto está estrangulado. La carretera más grande de España, la N-340, que nace en Cádiz y llega a Francia, solo tiene un tramo sin desdoblar: Algeciras-Vejer. En más de 1.200 kilómetros está desdoblada y qué casualidad que el único tramo que queda sin desdoblar, clave para el potencial turístico de Tarifa y esta parte de la costa, es éste. Parece que desdoblar ese tramo cuesta la misma vida. O tener un recinto fiscal de Zona Franca en el Campo de Gibraltar, que puede atraer a empresas de Gibraltar. Está el terreno pero todo es muy lento.
Y mientras tanto, el narco se hace más y más poderoso.
El narcotráfico se alimenta de la exclusión social, de la falta de oportunidades. Lógicamente, hay una falta de ética por parte del que se dedica a eso, no voy a decir que sean angelitos, pero el narco se nutre de ese caldo de cultivo. Y lo que llevamos treinta años pidiendo es: hagan inversiones para que la gente al menos tenga donde elegir. Si tiene alma de delincuente se dedicará al narcotráfico, pero si usted se ve tentado pero tiene un trabajo de 1.200 pavos, pues a lo mejor no necesita caer en eso. Porque una cosa está claro, una vez que se entra en el mundo del narcotráfico de ahí ya no se sale. No porque lo puedan matar a uno, sino porque se gana mucho dinero trabajando muy poco. ¿Qué le ofreces a un tío que por dar tres portes con hachís desde una playa se gana en una noche 3.000 pavos, le dices que se vaya de camarero por 1.000 euros trabajando todo el mes y en precario?
"¿Qué le ofreces a un tío que por dar tres portes con hachís desde una playa se gana en una noche 3.000 pavos, le dices que se vaya de camarero por 1.000 euros trabajando todo el mes y en precario?"
La educación y la formación son claves.
Vamos a intentar evitar el fracaso escolar. Hay un índice que lo dice todo: el Campo de Gibraltar tiene siete veces más absentismo escolar que el resto de la provincia de Cádiz. Los alumnos absentistas van a fracasar en la educación reglada, y cuando lo hagan, no tendrán formación ni titulación y acabarán en el narcotráfico. En el Campo de Gibraltar ya se han perdido dos generaciones de jóvenes por el narcotráfico. ¿Vamos a esperar a perder la tercera? Pedimos sensibilidad a las administraciones públicas. Desde que llegó Grande Marlaska han cambiado muchas cosas, porque Juan Ignacio Zoido no se creía que aquí se había roto el principio de autoridad, pero ahora falta ese empujón político que no tenemos.
Y no es solo un problema de Interior.
Aquí tienen que venir Grande Marlaska, pero también Pablo Iglesias y Juanma Moreno, y Pedro Sánchez, y que vengan no solo cuando hay elecciones. Porque el Campo de Gibraltar no puede seguir siendo el vertedero de las miserias de este país. No podemos seguir siendo el patio de atrás donde se echa toda la basura. Pero es que se ha echado durante tanto tiempo tanta basura que ésta ha acabado rebosando, y cuando rebosa vienen los medios a nivel nacional. Estuve en la comisión de Interior del Congreso de los Diputados y lo dije bien claro: lo que está ocurriendo aquí lleva ocurriendo treinta años, pero es que ustedes no lo han querido ver.
"Cuando aquí se detiene y se quitan 5.000 kilos de hachís a una organización criminal estamos preservando la salud de millones de jóvenes europeos"
Hay un fallo multisistema donde hasta los medios, vendiendo solo la cara más negativa, tenemos responsabilidad.
Aquí han venido todos los medios de comunicación del mundo mundial: Al Jazeera, CNN, BBC… desde el año 92 llevamos denunciando esta situación, pero no salía del Campo de Gibraltar. Y ahora resulta que ya no es noticia pillar a un tío con 300 kilos de hachís, tiene que embestir a la Policía. Ese es el abandono histórico del Estado, no del PP o PSOE, del Estado. Y reconducir esto es muy complejo.
También faltan medios judiciales.
Tenemos una sección de la Audiencia Provincial aquí que ve el 60% de los casos de narcotráfico de la provincia de Cádiz. Nos ha costado la misma vida tener dos jueces más para que haya dos salas. Pedimos todo esto porque tenemos una problemática que nos afecta a nosotros, pero también porque somos la primera barrera de la lucha contra el narcotráfico de toda la Unión Europea. Cuando aquí se detiene y se quitan 5.000 kilos de hachís a una organización criminal estamos preservando la salud de millones de jóvenes europeos. ¡Ayudadnos, coño, no nos dejéis abandonados, que llevamos toda la vida abandonados!
Hace unos días me comentaba la jueza Martínez Perza que los narcos eran más violentos, atrevidos y poderosos, ¿cómo ha visto la evolución?
Antes del narcotráfico estaba el contrabando de tabaco, pero es que cuando ya empezó el movimiento del hachís había como una regla no escrita: aquel que se dedicaba a eso sabía que hacía algo ilegal y respetaba el papel de las fuerzas de seguridad del Estado. Si lo cogían, lo cogían. Si era perseguido en una playa, tiraba el fardo y salía corriendo. Y al agente no se le ocurría liarse a tiros. Eso cambia con las nuevas incorporaciones al narco, con gente más joven y más atrevida, gente de una media de edad que no llega a los 40 años. Y han llegado a un momento en el que ya creen que esto es suyo y pueden hacer lo que les da la gana. Como se le ha dado pie a eso, pues hacen lo que les da la gana, desde desembarcar en las playas llenas de gente hasta embestir patrulleros o sacar a un narco detenido del Hospital de La Línea. A eso es a lo que llamamos la pérdida del principio de autoridad; y hasta 2018 no se ha reconocido por parte del Gobierno. También hay que decir que existe un Código Penal muy laxo en materia de narcotráfico. Alemania, Reino Unido u Holanda castigan mucho más el tráfico de hachís que en España.
Pese a todo, ¿es optimista tras treinta años de lucha?
Soy optimista por naturaleza, estamos en un momento en el que pueden cambiar las cosas, pero vamos a necesitar de la complicidad de la ciudadanía y de nuestra clase política, independientemente de las siglas. Esto es un problema de Estado y está por encima de los partidos. Aquí hay mucho futuro, tenemos el Puerto más importante del Mediterráneo, se pueden llegar a acuerdos buenos con Gibraltar tras el Brexit…