Josep Boan Rosanes es un joven de 20 años que perdió la vida cuando conducía una moto y fue atropellado por un vehículo que circulaba a 130 km/h en un tramo limitado a 70 km/h. El conductor del coche, de 30 años, no entrará en la cárcel, ya que fue condenado a dos años de prisión por homicidio imprudente, una pena que, al no tener antecedentes, no cumplirá. Por ello recoge firmas para que haya mayores penas para los "delincuentes viales".
La madre de Josep, en redes sociales, ha publicado ahora una carta, "al homicida de mi hijo", escribe. "Esta carta es para ti, para el hombre que segó la vida de mi hijo, a nuestro hijo, para el hombre que ha privado a una hermana de su único hermano, que ha agriado el tiempo que a mis padres les queda por vivir; que ha herido a Sergi, Mariona, Judith, Irma, Jordi, Roger, Maria, Julia, Mireia, Olalla, Sira, Paula, Mónica, Alicia, Pau, Pol… que ha herido profundamente a unos jóvenes que siguen enviando mensajes a su gran amigo, mensajes sin respuesta", empieza.
"Tu osadía, tu temeridad, tu egoísmo, tu falta de respeto hacia todo aquel que no seas tú, han hecho desaparecer de un golpe de acelerador al compañero de clase, al alumno, al futuro profesor de Historia, al futuro tío, al futuro padre. Esta carta es para ti, y cuando acabe de escribirla, rozaré con la yema de mi dedo índice el recuadro de la pantalla donde leo tuita y esperaré, pacientemente, a que mis palabras se transformen en las ondas que llegan hasta la otra orilla de un estanque de aguas mansas cuando alguien lanza una piedra; esperaré que mis palabras viajen hasta Galicia", dice la madre del joven.
"No sé si mi carta llegará a tus manos. No me importa. Será suficiente que sepas de su existencia, que sepas que la he escrito para tus oídos, que no para tus ojos, los mismos ojos con los que, dijiste a la juez, haber visto las señales de 70 kilómetros por hora y la señal de curva peligrosa; los mismos ojos que vieron una sombra, un animal al que debías esquivar y que por eso invadiste el carril contrario impactando como un misil contra la moto que conducía mi hijo ante la mirada horrorizada de su padre", señala la madre de Josep Boan.
Y continúa: "Los mismos ojos que, según declaraste, vieron a mi hijo tumbado en el arcén de una carretera sin arcén; que no supieron ver a un padre desesperado buscando a un hijo que no encontraba. Saliste del coche y te alejaste todo lo que pudiste, tú y tus dos compañeros. Tú, un enfermero que no socorrió a un herido… ¿O sabías que a la velocidad a la que circulabas, el 116 que luces tatuado en el brazo, y que negaste por segunda vez ante la juez, era imposible que mi hijo hubiera sobrevivido? Nada, no hiciste nada. Ni en aquel momento ni nunca".
La madre de Josep Boan Rosanes sigue la misiva: "Quince días después de haber segado la vida a un hombre extraordinario, celebrabas la tuya y publicabas para el mundo la lista de todo lo que harías y que mi hijo ya no podría hacer, sin mostrar ni una pizca de remordimiento. Y yo, ante dos abogados diciendo que no, que no iba a denunciar a un joven de 27 años. Que no, que no iba a infligirle más dolor. Qué poco te conocía… Pusiste fin a la vida de mi hijo y también a la mía, aunque eso poco importe, porque una madre no puede vivir más allá de la vida de un hijo".
"Nunca te has sentido culpable de poner fin a la vida de un hombre como tú, pero infinitamente mejor que tú. Nunca has sufrido por nadie, porque Asier González S. solo quiere a Asier González S. Porque ese es tu nombre, el nombre del homicida. Eso es lo que eres. El homicida de un joven maravilloso. Asier González S, eres culpable de homicidio imprudente grave. Porque solo tú eres el responsable de que Josep Boan i Rosanes, un extraordinario hombre de tan solo 20 años no volviera a casa con su padre. Un joven al que le esperaba una vida tan maravillosa como él", remata.