En realidad, la polémica es que no hay polémica. Un grupo de empresarios vinculados con la explotación de casetas en la Feria de Abril de Sevilla alertaron hace unos días, justo después de aparecer en redes una oferta de trabajo bochornosa para la Feria de Abril —prácticamente en condiciones de semiesclavitud—, el difícil encaje que tendría la nueva reforma laboral con las contrataciones de personal durante estas celebraciones. La Asociación Andaluza de Hostelería de la Feria secundó estas advertencias anunciando paros, aunque finalmente, como ya han conocido por boca de la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, la nueva norma laboral no afecta a dichas contrataciones en cuanto a limitaciones de horarios del personal, algo que recoge el Estatuto de los Trabajadores aprobado por el Gobierno de Adolfo Suárez en 1980.
Según la responsable de secretaría sectorial de Hostelería y Turismo de Fesmc UGT Andalucía, Estrella Salas, tras la reunión mantenida este martes con el colectivo de caseteros de la feria, queda claro que "pretenden ir a las barricadas con reivindicaciones falsas y carentes de fundamento. Protestan contra la reforma laboral, pretenden que se les legalice lo que desde hace más de un siglo no es legal, quieren tajo a destajo, sin límites ni condiciones".
Los caseteros de la Feria de Abril, desde una perspectiva con tintes más políticos que empresariales, alegan que la reforma laboral les impide contratar, porque no pueden cumplir la jornada ni formalizar contratos. "Quieren —ha abundado la representante sindical— que se les permitan jornadas laborales de 14 horas, así como ignorar el descanso mínimo de jornada —8 horas como poco—. Con respecto a la contratación, quieren que se les permitan los contratos eventuales sin límites ni condiciones".
Paralelamente, se quejan de no encontrar trabajadores dispuestos a trabajar, lo que, a su juicio, "no es de extrañar con las condiciones que plantean, aunque según ellos, el problema es el contrario, porque, dicen, la gente quiere trabajar 14 horas al día". Desde UGT, les han aclarado que la reforma laboral no ha modificado la jornada laboral, que desde 1919 se estableció en 8 horas diarias, y en cuanto a la contratación, los modelos son perfectamente aplicables a su sector de actividad, combinando el contrato fijo discontinuo "para el que, por cierto, se inventan restricciones inexistentes, con el eventual".
Para UGT, y así se les ha trasladado, "no ha habido ningún cambio que les impida ni dificulte su actividad. Si su pretensión es hacer ruido y atacar a un Gobierno que ha firmado una reforma consensuada tanto con la parte empresarial como con la social, no hay razón alguna real que lo sustente”. Tras la reunión mantenida, "lo único que hemos podido ofrecer desde UGT es aclararles soluciones dentro del marco jurídico actual, un marco jurídico justo, que cubre todos los ámbitos de actividad y que es totalmente posible y viable para cualquier actividad".
"Reivindicar jornadas sin límites ni en horas ni en descansos, no está justificado desde ningún punto de vista en pleno siglo XXI. Pretender recuperar los beneficios perdidos en los años de pandemia a costa de la explotación de los trabajadores es injustificable e inasumible. UGT no va a apoyar reivindicaciones ni medidas que vulneren los derechos fundamentales de los trabajadores", han sentenciado.
En municipios como Jerez, ya la alcaldesa anunció el pasado fin de semana advirtió que no hay ningún obstáculo para que la Feria del Caballo, declarada de interés turístico internacional, se celebre sin problema alguno, más allá de las recomendaciones que se impongan por la pandemia. Este miércoles tiene previsto reunirse con el sector de caseteros para explicarles el marco laboral que debe regir durante la celebración, y que no está afectado por la reforma laboral, pese al bulo que se ha ido extendiendo en los últimos días. Un bulo hasta en el que han caído los informativos de TVE, como han denunciado numerosos usuarios de la red social Twitter.
Un bulo, por cierto, en el que sigue insistiendo el principal grupo de la oposición al Gobierno. En este sentido, la presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, ha reclamado este mismo martes al Ejecutivo de Pedro Sánchez que "actúe ya" ante la "incertidumbre de los caseteros" que podría, a su juicio, "poner en peligro" el servicio de casetas en la Feria de Sevilla, una fiesta con un impacto económico que ronda los 900 millones de euros en la ciudad.
Así lo ha manifestado en una nota de prensa ante el paro —que probablemente se desconvoque, según avanzaron este pasado lunes– anunciado por la Asociación Andaluza de Hostelería de la Feria por las "dudas" que "arroja" la entrada en vigor de la reforma laboral y de la jornada laboral. "La reforma tiene flecos sin resolver que se están viendo ya en algunos ámbitos, como el de los caseteros, la relación entre Universidad y becarios o la agricultura", ha destacado.
"Ahora que se acercan las fiestas de primavera y las ferias, entre ellas la Feria de Abril de Sevilla y otras tantas de la provincia, los caseteros ven inviable atender a requerimientos que establece la normativa", ha insistido la presidenta provincial, a la par que ha lamentado que el Gobierno se dedique a "marear en lugar de buscar soluciones para un sector clave en las ferias". El PP de Sevilla, ha continuado Virginia Pérez, "será el altavoz del sector para trasladar a Sánchez esas deficiencias en el ajuste de la reforma laboral". Al respecto, ha criticado que el Ejecutivo central "no haya abordado la peculiaridad del sector que por sus circunstancias requieren de temporalidad".
Mientras tanto, a juicio de la también diputada en el Parlamento andaluz, "nos encontramos con la Subdelegación del Gobierno que poco hace por solucionar el problema y la nula sensibilidad de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que califica de fake news las reivindicaciones del sector". Con no poca demagogia, Pérez ha reprochado a Díaz que "las fake news de las que habla son el sustento de miles de familias en la provincia".