Más de la mitad de los jóvenes españoles ha sufrido algún problema de salud mental en el último año. Así lo refleja el Barómetro Juvenil de Salud y Bienestar, que han presentado este jueves la Fundación Mutua Madrileña y Fundación FAD Juventud. A partir de una encuesta online realizada a 1.500 personas de entre 15 y 29 años y comparando las respuestas con las obtenidas en 2017 y 2019, el documento concluye que su salud física y mental es peor que hace cinco años. Los culpables son la pandemia, el paro, y la precariedad laboral a la que están sometidos. También hay diferencias significativas entre hombres y mujeres.
El 56,4% de los encuestados reconoce haber sufrido depresión o ansiedad en el último año, aunque la mitad no ha pedido ayuda profesional. La dificultad para acceder a asistencia psicológica es evidente: un 37% no ha tenido la oportunidad de ir al psicólogo por no poder pagarlo. La mitad de los encuestados ha consumido psicofármacos sin prescripción médica. Además, un 34% reconoce haberle quitado importancia al problema y no haber acudido a tiempo a un profesional.
Los datos han sido presentados por el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, la directora general de la Fundación FAD Juventud, Beatriz Martín Padura, y la subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD, Anna Sanmartín, quienes han reconocido que los datos de salud mental son realmente preocupantes: el 71,8% de los jóvenes han reafirmado que están "muy o bastante" preocupados por su salud, mientras que uno de cada cuatro ha mostrado una preocupación "baja". Lo que más les preocupa, de acuerdo con el estudio, es el trabajo y los estudios, especialmente en las franjas más jóvenes. En las más cercanas a los treinta, la principal preocupación son los ingresos y la situación económica. Estos últimos, además, se muestran más pesimistas. El 44% de los jóvenes ha pensado alguna vez en suicidarse, una idea que se repite con mucha frecuencia en el 9% de los casos.
Diferencias entre géneros
Además de entre edades, también hay diferencias entre géneros. Las mujeres se muestran, en términos generales, más preocupadas por su salud mental, con una diferencia de más de 11 puntos porcentuales. Ellas son las principales protagonistas de los malos resultados de la encuesta: en lo que respecta a lo profesional y al dinero, más de dos tercios de la población femenina se encuentra preocupada por el porvenir. En el caso de los hombres, la cifra apenas sobrepasa la mitad. Especialmente alarmante es la disimilitud en lo que respecta al suicidio: es más frecuente entre ellas experimentar ideas de quitarse la vida, si bien los hombres con tentativas suicidas experimentan esta sensación con mayor asiduidad.
El futuro es incierto pero los sondeos son claros: la inmensa mayoría (el 71%) considera que la situación irá a peor o se mantendrá igual, lo que pone en evidencia la imperante necesidad de construir un modelo social y económico menos agresivo con quienes forman parte de él.
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