PSOE y Esquerra Republicana han cerrado este jueves un acuerdo para la investidura que incluye el traspaso completo de las competencia de los Rodalies de Cataluña, es decir, los trenes de Cercanías. Según ha adelantado Rac1, era la condición fundamental que ERC había puesto para apoyar a Pedro Sánchez por lo que a partir de ahora será la Generalitat quien gestione la red ferroviaria de Cataluña.
Este "traspaso integral", como se ha denominado el acuerdo, se realizará de forma progresiva para no perjudicara los 400.000 usuarios díarios que hay. El pacto incluye las vías, los trenes y recursos económicos. Es una petición recurrente del independentismo. Hasta ahora, la Generalitat era responsable de la gestión de los horarios y de los precios de los trenes de Cataluña.
La pelota ahora pasa al tejado de otras comunidades autónomas que han exigido que no haya privilegios para Cataluña. Una de ellas es Andalucía. De hecho, el Partido Popular presentó hace una semana en el Parlamento una iniciativa para que el Gobierno mejorara el servicio ferroviario que ofrecía en la comunidad. Sin embargo, esa Proposición no de Ley no hablaba del traspaso de las competencias.
Lo cierto es que es un regalo envenenado. Si la Junta adquiriese las competencias de su red ferroviaria, sería la responsable de cada uno de los problemas que sufrieran los usuarios. La idea, en cualquier caso, la llegó a mencionar Juanma Moreno hace unos meses, aunque recientemente ha desaparecido del plan del Gobierno andaluz.
En cualquier caso, durante el debate que propuso el Partido Popular, la coalición progresista Por Andalucía anunció otra iniciativa con la que iba a solicitar a la Junta de Andalucía que pidiese estas competencias para poder ganar mayor autonómia dentro del territorio andaluz. Algo aún más relevante teniendo en cuenta la importancia del tren en el pacto de Gobierno que han firmado PSOE y Sumar. La cuestión está en el aire, pero Andalucía podría hacerlo ya que así lo contempla el Estatuto de Autonomía.
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