Christian es empresario y padre de familia numerosa. Por eso dice que su vida, muchos días, "es una locura". Cuando no está cuidando a sus cuatro pequeños, de ocho y seis años los mayores, y dos mellizos de menos de dos años, está cortando el pelo a algún cliente en la peluquería que abrió hace unos meses en Jerez. Beauty peluquería y estética se llama. Aunque a él le hubiera gustado abrir un bar. No descarta hacerlo dentro de unos años.
La vida de Christian Loris ha cambiado en los últimos 14 años. Ahora reside en Jerez, pero entonces lo hacía en Nigeria, su país natal, de donde decidió salir dejándolo todo atrás, en busca de mejores oportunidades. Estaba estudiando Administración de Empresas y llegó a tener negocios propios, como una peluquería y un videoclub, pero quiso probar suerte en Europa. "Desde allí Europa se ve como el paraíso", confiesa. Él quiso comprobar si era verdad.
En una patera, con más de 60 personas, cruzó el Estrecho en un viaje que duró tres largos días. "Es inolvidable, no lo quiero ni contar", dice Christian, quien añade que es "lo peor que he pasado en la vida". El motor se estropeó, quedaron a la deriva y de hecho ni sabían si la tierra a la que llegaron era española o marroquí. "Qué alegría me dio ver la bandera de España cuando llegó la Guardia Civil", asegura. Ahí empezó su "nueva vida".
A Jerez llegó hace diez años y en la ciudad han nacido sus cuatro hijos. Primero, empezó vendiendo pañuelos en los semáforos durante cinco largos años. Hasta llegó a ser uno de los fundadores del Alma de África, el club nacido en Jerez, compuesto por inmigrantes de más de una quincena de nacionalidades. Pero laboralmente ha hecho de todo. Desde trabajar en la construcción, hasta en un supermercado gracias a los cursos de mozo de almacén que hizo, pero también ha sido conductor de VTC. La pandemia le hizo perder clientes y se decidió a ser el dueño de su vida, como él dice.
Con los ahorros que pudo acumular durante sus años en España, y los de su mujer, se decidieron a abrir la peluquería Beauty, ubicada en la calle Manuel Yélamo Crespillo de Jerez, en la confluencia entre Diego Fernández Herrera y Medina. "Siempre sueño a lo grande, quería ser el jefe de mi vida", dice Christian Loris. "No siempre llegan las cosas cuando quieres, pero poco a poco se van consiguiendo si se persiguen". Con ese pensamiento, ya tiene en mente abrir su propio bar en un tiempo, en el que dar de comer a personas sin recursos un día a la semana. "Es mi sueño", confiesa.
De momento ya tiene una peluquería africana, la única de Jerez, donde realiza cortes de pelo tradicionales, pero también ponen extensiones, rastas o hacen trenzas africanas. Beauty Odigie, su mujer, y otra peluquera que tienen contratada, se encargan de la estética y los peinados y cortes a mujeres, y Christian de los hombres. "Nos hemos mudado aquí cerca. Cuando estoy en casa me llaman si hay clientes y vengo corriendo con los niños", cuenta él. Los pequeños, mientras, se entretienen en un espacio habilitado para ellos en una esquina de la peluquería.
"Poco a poco nos va conociendo la gente", dice Christian cuando se le pregunta por la marcha del negocio. "No es fácil". Él, para adaptarse a las exigencias de sus clientes, tuvo que hacer cursos para aprender a realizar los cortes de pelo "españoles". "Yo sabía cortar el pelo a los de mi raza", dice, "pero el de vosotros es difícil". Sus paisanos, señala, están "contentos" con la apertura de la peluquería, donde están seguros de que les cortarán el pelo como quieren, al estilo africano. "No sabían dónde ir, ahora sí", señala Christian.
Con la ayuda de muchos amigos, conocidos durante su estancia en Jerez, Christian y Beauty pudieron montar lo necesario para abrir la peluquería, buscando mobiliario de segunda mano a buen precio para hacer posible su sueño. Probaron suerte en varios bancos, pero no quisieron hacerles un préstamo, por lo que lo financiaron "a pulmón", "pero mejor así, ahora no debemos nada", expresa Christian Loris. "Hace tiempo que lo tenía pensado", agrega. Su próximo reto: el bar. "Lo tengo en la cabeza todos los días, a ver si Dios me bendice y dentro de unos años nace otro negocio", dice. La "vida loca" de Christian, como él mismo la describe, con un negocio y cuatro niños, siempre será mejor que "andar por la calle", señala. En los últimos años sabe lo que es prosperar, pasando de los semáforos a tener su propia peluquería. Y no quiere echar la vista atrás, ni para coger impulso.
Un alivio en los datos del paro
Christian y Beauty son dos de los 557.614 autónomos que tiene Andalucía, la comunidad con más trabajadores por cuenta propia del país, por delante de Cataluña, según los últimos datos conocidos este mes. En la comunidad, el paro ha bajado en 28.561 personas durante abril, bajando del millón de desempleados (955.936) según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Cádiz es la provincia con mayor bajada, con 7.723 parados menos, y Jerez pierde 884 desempleados —tiene un total de 31.913—, encadenando tres meses de bajada.
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