Un equipo de investigación de la Universidad de Málaga ha determinado, mediante ensayos al aire libre y en un simulador, que el uso de cámaras térmicas facilita el análisis de la composición del suelo en Marte. Esta información permitirá que los robots exploradores puedan moverse con mayor seguridad, al mismo tiempo que se simplifica la obtención de datos de los distintos terrenos por los que se trasladan.
Los robots exploradores enviados a Marte, además de tomar muestras físicas para su posterior estudio, analizan mediante distintos métodos de imagen el terreno por el que se mueven. Conocer cuál es la composición del suelo les permite también evitar adentrarse en lugares donde queden varados o chocarse contra macizos que puedan dañarlos.
Mediante estos trabajos, que se han financiado a través del proyecto 'Sensor multimodal inteligente para identificación de características terramecánicas en vehículos autónomos rurales (IMSITER)' de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, los investigadores han comparado distintas opciones en la toma de muestras gráficas del terreno: imágenes 3D, sensores de infrarrojos, cámaras tradicionales, entre otros, para confirmar qué método es el más idóneo para extraer toda la información útil necesaria. Para ello, han realizado ensayos tanto en condiciones terrestres como en una cámara que replica la temperatura y presión de Marte.
Así, en el artículo publicado en la revista IEEE, determinan que las imágenes térmicas 2D de alta resolución permiten estudiar suelos con características heterogéneas, algo que no es posible con los actuales sistemas utilizados en las misiones a Marte. Estas fotografías presentan colores en función de la temperatura del objeto.
Este tipo de cámaras están diseñadas para monitorear y recopilar datos del ambiente con múltiples propósitos, y se encuentran aisladas para evitar interferencias. Ofrecen datos muy precisos y detallados, de mayor calidad que las imágenes infrarrojas generadas artificialmente a partir de fotografías tradicionales.
Por otro lado, el sistema ha permitido medir los ciclos diurnos de cuatro tipos de suelo de características físicas conocidas, bajo presiones marcianas y terrestres, para realizar un análisis cuantitativo único y una comparación de cómo manejan el calor y su capacidad para retenerlo.
Datos más precisos y exactos
Las cámaras utilizadas en exploradores como el Perseverance o el Curiosity no son suficientes para caracterizar factores del suelo como la granularidad o la cohesión. En algunos casos, para la medición de la temperatura se utilizan dispositivos que convierten la energía térmica en eléctrica, llamados termopilas, que funcionan como termómetros infrarrojos que no necesitan contacto directo con el objeto que evalúan.
Sin embargo, la propuesta de este trabajo mejora significativamente la obtención de datos, siendo más exactos y precisos. También han obtenido los datos ambientales de cuatro tipos de suelo de características conocidas para distintos ciclos diurnos en condiciones marcianas y terrestres.
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