Gemma del Caño, una conocida divulgadora científica, ha sido víctima esta mañana de acoso machista en un bar al que entró a tomar café tras regresar de un reconocimiento médico.
"Había unos señores en la puerta con el típico sol y sombra, pero qué hay de malo en eso", cuenta en sus redes sociales. Lo malo llegó después, cuando tras pedirse una tostada decide ponerse en la terraza del bar. "Sola en terraza, señores en la puerta. Empiezan con comentarios jocosos, se ríen, siguen. Un señor les dice 'dejad en paz a la muchacha'". La nauseabunda respuesta de otros fue que "se ha puesto ahí para que la miremos".
Gemma cuenta que "ni siquiera había sido consciente de dónde me había sentado. Miro hacia abajo. Reviso si tengo algún botón desabrochado, si se me ha subido la falda o cualquier cosa para que alguien piense". Tras darle un mordisco a la tostada tiene que aguantar que le digan: "¿Lo comes todo igual?".
"Ha sido suficiente –relata esta divulgadora científica–. Dejo todo y me voy. Para entrar a pagar tengo que pasar por delante de ellos. Miro al suelo, entro lo más rápido que puedo. Comentarios a lo lejos. Subo al coche y se me desborda la rabia. Nueve de la mañana de un lunes. 'Se ha puesto ahí para que la miremos'".
Ya en su coche, piensa en voz alta: "Yo soy una señora de 40 palos y me han hecho sentir muy incómoda. Pensaba en las crías del vídeo de la Feria de Jerez y mira, me llevan los demonios".