Vicente, José Manuel, Antonio Jesús, José Manuel y José llevan un par de semanas repartiendo felicidad entre sanitarios, agentes policiales y personas en situación de vulnerabilidad. La felicidad la reparten, concretamente, en forma de lonchas de jamón, que los beneficiarios agradecen enormemente. Cortadores contra el Covid-19 se llama la iniciativa que lleva a expertos jamoneros a poner sus cuchillos a merced de la solidaridad que lleva brotando desde el inicio de la pandemia. Ellos, desde Huelva, reparten a municipios de la provincia, y también en Sevilla. “La idea era colaborar con estos trabajadores que se están dejando la piel para luchar contra el virus”, cuenta Vicente García.
Dos manos, que sujetan cuchillos jamoneros que se entrecruzan como si se estuvieran batiendo en duelo, con un sol de fondo, forman el logo de una iniciativa que tiene un objetivo: cortar y lonchear 25 jamones, cinco cada uno, que luego serán repartidos por ellos mismos. “Ahora llevamos unos catorce”, relata Vicente, que ha unido su cuchillo a sus compañeros José Manuel Merchante, Antonio Jesús Mairena, José Saviote, y José Manuel Buenaventura.
La idea surgió en Madrid, donde un grupo de cortadores empezaron a repartir jamón en hospitales y centros de salud como forma de agradecimiento a los sanitarios, para que pudieran comer bocadillos de este manjar durante sus largas jornadas de trabajo. Vicente y sus compañeros se sumaron y adaptaron la iniciativa a su ámbito, Huelva y Sevilla. “Hicimos la primera entrega hace dos semanas, mañana tenemos otra”, relata cuando habla con lavozdelsur.es. Personal de centros de salud, hospitales, guardias civiles, policías locales, voluntarios de Protección Civil, personas sin recursos… son algunos de los beneficiarios del jamón que cortan en sus ratos libres, mientras atienden sus respectivas carnicerías.
Vicente es carnicero —y autónomo, recalca— desde los 18 años. Hace una década que se interesó por el corte profesional de jamón y hace tres que empezó a competir. Actualmente es subcampeón de Andalucía. “Yo cortaba en casa y empecé viendo concursos. Me entró curiosidad y probé”. Y no ha parado. En su palmarés contabiliza 31 premios a nivel nacional, reconocimientos como el Jamón de Oro de Aracena de 2018 y su presencia en varias finales de la Liga de Cortadores de Jamón, incluido este año, aunque el certamen se aplazó por el coronavirus.
“Estoy todo el día con el cuchillo en la mano”, expone Vicente, quien atiende a sus clientes en la carnicería que regenta en la localidad onubense de Lucena del Puerto —que no ha cerrado— y, entre servicio y servicio, saca tiempo para cortar jamones que luego repartirán entre trabajadores esenciales. Hay empresas que dona patas de jamón, aunque la mayoría las aportan ellos mismos, para colaborar con la causa. “La idea inicial era llegar a sanitarios, guardias civiles y policías locales, pero propuse que llegáramos más allá”, relata. “También hay personas que no tienen para comer estos días y a las que podemos ayudar”, expone.
“Estamos cortando jamones de toda clase —cuenta García—, pero siempre procuramos tener suficientes paquetes para que haya uno persona en la asociación o centro de salud al que vayamos”. El jamón lo reparten ellos mismos, en sus vehículos, en las furgonetas de sus negocios. De momento llevan unos 15 jamones loncheados y distribuidos. Pararán cuando tengan entre 20 y 25. Los sanitarios que han degustado sus lonchas en forma de bocadillo seguro que les están muy agradecidos.