Gabriel González Ríos (Jerez, 1933), fundador de Frontera Publicidad, ni siquiera la define como una “agencia publicitaria” sino como una “academia”. “La gente de Frontera se hicieron en Frontera”, reconoce a lavozdelsur.es en un encuentro junto a sus compañeros y amigos Manuel Cervera (Jerez, 1945) y Sebastián Moya “Cachirulo” (Jerez, 1930). “Todos menos este señor, que es otra cosa...”, dice señalando a este último, en una muestra de aprecio y admiración por su obra artística. “Él vino de Madrid, trabajaba en una agencia nacional que se llamaba Aras”, sostiene.
Los tres portan mascarillas y están sentados junto a una de las hijas de Sebastián, y el hijo de Gabriel. A su edad, reconocen que no es fácil recordar muchas de las cosas que pasaron por sus manos y de las personas con las que trabajaron codo con codo. “El que guarda todo todo es Manuel”, dice Sebastián Moya, que se puso el mote de Cachirulo a sí mismo cuando era joven por el tebeo Pelopincho y Cachirula. “Soy un afortunado de estar al lado de estos dos genios”, dice Manuel Cervera, mientras abre una enorme carpeta con numerosos diseños, carteles, dibujos, bocetos y folletos de todo tipo.
“Esto se pedía muchísimo, son cosas que ya no se hacen ni se pueden hacer hoy”, dice mientras enseña un calendario del año 1980. Cada mes con un refrán y una ilustración personalizada con el singular trazo de Cachirulo: "Enero: contra el frío de enero, vino baraja y brasero. Febrero: el agua a chorros y el vino a sorbos. Marzo. cuando el sol quiso hacerse vino, emprendió hacia Jerez su camino. Abril: no agües el vino, que ya lo aguó Dios en el racimo. Mayo: agua por San Bernardino, no da pan y quita vino".
Mientras que Manuel Cervera —se lleva más de diez años de diferencia con ambos—, trabajó con ellos tras una etapa trabajando con la exitosa Proyectos Gráficos Mamelón, Gabriel —que venía de Venezuela— y Sebastián —que hizo lo propio al venirse de la capital de España— fueron los cerebros de Frontera Publicidad, Definir la agencia —academia, que don Gabriel me disculpe—, de hecho no es fácil. ¿Diseño? ¿Eslóganes? ¿Fotografía? Gabriel mueve la cabeza de un lado a otro. Solo lo puede definir con una palabra, que parece poner en sus labios al pronunciarlo en mayúscula: “Publicidad”.
El motivo principal del reencuentro público de los tres publicistas fue precisamente una campaña publicitaria que aún en la actualidad está a la orden del día. La presidenta de la asociación de comerciantes ACOJE, Nela García, quiso rendirles un homenaje el pasado mes de julio en el café bar La Moderna tras haber rescatado el cartel de aquella promoción, obra de Cachirulo y con el ingenio creativo de Gabriel. “Escribir y decir las cosas en publicidad no es fácil, eso solo lo puede hacer Gabriel”, apunta Manuel, que enseña el cartel a este medio. Sobre Sebastián, no tiene palabras: “Cachirulo tiene un estilo inconfundible”.
En la ilustración un montón de personas, a modo de movilización, portan unas pancartas: "Comprando en Jerez todos salimos ganando. Porque la prosperidad de Jerez es para todos". 40 años después cualquiera diría que nada ha cambiado. Bueno, algunas cosas sí. “No reconozco a Jerez, no es la ciudad donde nosotros estábamos...” espeta a sus compañeros, que asienten y ponen en evidencia la crítica situación en la que se encuentra el comercio local y de proximidad. Uno de los ejemplos más evidentes lo constituye el propio trabajo que desempeñaron los tres en Frontera Publicidad junto a otros conocidos profesionales locales, como Pedro Carabante Peri o el propio Juan Herrador, entre otros. Toda una saga de diseñadores y de genios artísticos que se formaron en Jerez al calor de Proyectos Gráficos Mamelón y de una incipiente industria auxiliar vitivinícola: “Todos querían venir aquí”, afirma Manuel. Frontera Publicidad acabó consolidándose como otra de las grandes, especializada en todos los ámbitos de la creación de contenidos publicitarios, desde la fotografía al diseño gráfico.
“En aquellos años nuestro cliente más importante era la Caja de Ahorros de Jerez”, sostiene por su parte Gabriel. Los cambios sociales, económicos y políticos transformaron a finales del siglo pasado la ciudad y su tejido asociativo y productivo. El Jerez en el que ellos se criaron, con el auge del diseño, con gráficas como Jerez Industrial y con todas las industrias auxiliares del mundo del vino al actual, poco o nada tiene que ver. En uno de los históricos documentos gráficos que lleva Manuel Cervera consigo un anuncio de la libreta de la Caja de Ahorros de Jerez En la imagen diseñada por Frontera Publicidad, una cola enorme de pensionistas y una señora mayor en su hogar, levantando el día 9 del calendario, próximo a cobrar la pensión. El texto no tiene desperdicio y habla de un cambio de época:
“Cobrando su pensión a través de una cuenta corriente o libreta de la Caja de Ahorros de Jerez, tiene usted todas estas ventajas: 1. No tiene que hacer colas los primeros de mes. Su pensión es ingresada automáticamente en su cuenta corriente o libreta de ahorros, sin necesidad de que usted firme ningún recibo y sin miedo de que su pensión pudiera ser devuelta por incomparecencia. 2. Usted puede acudir a retirar dinero de su cuenta el día que le resulte más cómodo y en la oficina que le quede más cerca de su domicilio. Siempre encontrará una oficina de la Caja de Ahorros de Jerez próxima a su domicilio, porque somos los que más cerca estamos de los pensionistas”.
“Aquello era muy necesario y nadie tenía eso, solo Jerez. Cambiamos la forma de ilustrar también en la Caja de Ahorros”, señala Manuel, que lamenta la pérdida de cercanía que tienen hoy las entidades bancarias. Fue precisamente la fusión con la Caja de Ahorros de San Fernando, uno de los motivos del declive económico de Frontera Publicidad, al que se fueron sumando otras circunstancias de la época. Sin embargo, entre sus otros clientes la lista es extensa y variopinta: desde bodegas como Domecq, González Byass o Valdespino hasta el consistorio jerezano, el hotel Guadalete o la Diputación de Cádiz.
Sobre esta última, Manuel despliega un amplio documento en el que aparecen ilustraciones de todas las localidades de la provincia, que aún hoy siguen presente en las entradas y dependencias municipales de algunos pueblos. Una huella del trabajo de publicistas como Sebastián Moya, Gabriel González o Manuel Cervera, invisibilizada a lo largo de los años en un entorno que ya ni ellos mismos reconocen pero que sigue aún, inevitablemente, nutriéndose de su propio trabajo.