El simple hecho de sacar dinero del cajero automático se está convirtiendo en una acción de riesgo. Los delincuentes cada vez están perfeccionando más los métodos para robar datos y dinero. Una de las últimas técnicas que están empleando es la llamada skimming, que consiste en la instalación de dispositivos electrónicos en el cajero que duplican la tarjeta de la persona que va a realizar alguna operación.
El aparato parece que forma parte del cajero y con la frase "deposite su tarjeta aquí" induce al cliente a apoyar su tarjeta. Cuando lo hace, ya está perdido. O bien le han cobrado una compra valorada en miles de euros o, directamente, le han clonado la tarjeta. El estafador suele encontrarse a pocos metros de distancia observando la jugada.
En redes sociales y en mensajes a través de WhatsApp se está difundiendo mucho esta estafa. El usuario que llega al cajero puede ser saqueado fácilmente sin que se percate de ello si no se da cuenta de la presencia del dispositivo que se encarga de copiar las bandas magnéticas.
Recientemente, la Policía Nacional ha detenido a tres personas que empleaban este método para robar y que han estafado una cantidad cercana a los 200.000 euros.
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