Dámaso Guillén, con 48 años, casado y padre de una niña, falleció al ser arrollado por el conductor de un turismo robado, que además portaba el hacha con el que había agredido al propietario de dicho vehículo.
El guardia civil se encontraba protegiendo una prueba ciclista y gracias a que se interpuso cuando el vehículo venía en sentido contrario a toda velocidad pudo "salvar la vida de mucha gente", según han destacado testigos presenciales.
El suceso ocurrió el pasado sábado en Pravia, en Asturias, y el agente de la Benemérita será enterrado este lunes en el municipio jiennense de Bailén, de donde era natural.
Así, las dependencias de la Zona Comandancia de la Guardia Civil de Asturias han albergado desde la tarde de este pasado domingo la capilla ardiente del agente, mientras que este lunes a las 11.00 horas se celebrará el funeral en la Catedral San Salvador de Oviedo. Posteriormente, el cuerpo se trasladará a Bailén.
El agente fallecido estaba haciendo uso de la motocicleta oficial y prestando servicio de protección en la prueba deportiva ciclista Santiago Santana, en la localidad de Grado. El fallecido habría colisionado contra un vehículo sustraído que irrumpió en el dispositivo.
La UVI móvil que estaba en servicio por la prueba ciclista asistió al Guardia Civil, que había sido designado al destacamento de tráfico de Oviedo, pero no pudo hacer nada para salvarle la vida. El autor del atropello fue detenido después de los hechos.
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