Frente a las buenas vibraciones que conceden las banderas azules, que este año llega a las 700 en las costas andaluzas, Ecologistas en Acción ponen la de arena con sus Banderas Negras, que vienen denunciar las situaciones irregulares que atraviesan determinadas playas por cuestiones medioambientales, vertidos, limpieza… o por otras cuestiones que este año la organización ha tenido más en cuenta: la turistificación y la excesiva urbanización.
Ecologistas en Acción publica un informe anual en el que analiza la costa española y se detienen en las playas que merecen que luzcan sus banderas. De forma general, ponen de relieve los 48 lugares que han detectado por factores como vertidos de sustancias o por su desarrollo urbanístico.
La organización asevera que la atención prestada a la excesiva urbanización costera es por considerarlo como un proceso “que está mermando de manera notable el litoral”. Los ecologistas hacen un llamamiento “a tomar medidas de manera inminente”. Así, en el apartado el informe dedicado a Andalucía, señalan 10 playas como merecedoras de tener banderas negras.
Por provincias, en la de Cádiz, apuntan al arenal de Tarifa por su mala gestión ambiental como consecuencia de la acumulación de distintos proyectos de urbanización. Ecologistas en Acción lamenta los alrededor de tres kilómetros de costa “con edificaciones desmesuradas que han ocupado el suelo de manera ilegal”.
Trafalgar también ha merecido el distintivo por la mala calidad del agua a causa de la contaminación, un tramo de playa en el que en el informe denuncia la amenaza que supone el desarrollo de proyectos turísticos como la privatización del Faro, la urbanización descontrolada en El Palmar y la extracción ilegal de agua en el polo club de Melgarejo.
En Huelva pone el acento en la playa de El Portil por lo que considera como mala gestión ambiental al construirse muros de piedra para la protección de las urbanizaciones, así como los espigones para paliar el impacto de las mareas.
También destaca La Ría de Huelva también luce Bandera Negra por la contaminación de sus aguas como efecto de la producción de combustibles y residuos plásticos.
En la costa granadina, en el mapa de Ecologistas en Acción aparecen las playas de Poniente y Granada, en Motril por los frecuentes vertidos de aguas residuales por parte del polígono industrial de Alborán, así como de las urbanizaciones de Playa Granada.
Respecto a la playa de Castell de Ferro, los ecologistas critican algunas de las construcciones que se levantan en la costa. Más concretamente, señalan un chiringuito estacional de 300 metros cuadrados situado en la misma arena de la playa en una zona "biosaludable".
En la costa de Málaga, por su extensión e incidencia turística, hay varias playas ‘distinguidas’ a causa de los chiringuitos y "las negligencias cometidas por la Dirección General de Costas de la Junta de Andalucía" a la hora de conceder permisos a este tipo de establecimientos
En Almería la organización denuncia las playas de El Lancón, en Carboneras, a causa de un chiringuito que provoca “una importante contaminación acústica”. A esta se suma la afamada playa de Palomares por la persistencia de "grandes cantidades de partículas radiactivas de plutonio y americio”, como consecuencia de cuatro bombas nucleares que cayeron en la zona en 1966.