Denuncian un caso de "exclusión" de un joven con autismo en un centro de El Puerto: "Lo han dejado en la calle"

La familia del joven ha criticado que la asociación haya dejado a su hijo sin plaza tras cumplir con las condiciones que se le exigía: "Es muy indignante, que una comunidad que pide la inclusión excluya a una persona por razones que no tienen ninguna lógica"

Centro Apadeni en Google Maps.

José Manuel Cuevas, un joven de Sanlúcar de 18 años que tiene autismo, se encuentra en un limbo al comenzar este mes de septiembre. Ningún centro especializado le da hueco para acudir. Su hermana Mar ha denunciado que lleva tiempo esperando la plaza en un centro concertado y que su plan era que mientras encontraba algo más estable y económico pudiese asistir al centro Apadeni, en El Puerto de Santa María. Sin embargo, después de tres meses de asistencia y adaptación del joven para empezar el curso, han rechazado su admisión y han dejado a José “en la calle”.

"José Manuel ya ha terminado su etapa educativa y está esperando a que le concedan su plaza en un centro concertado. Mientras esto ocurre, porque no podemos pagarla de forma privada porque es muy cara, encontramos otro centro mucho más barato. Este no es un centro de día, es como una asociación que se dedica a hacer actividades parecidas y pensamos que era un buen sitio para que estuviese ahí mientras le concedían la plaza”, cuenta su hermana, maestra de profesión.

Para que José Manuel pudiese acudir al centro se les pidió un periodo de adaptación para que lograse adquirir el nivel de las personas que estaban en el turno de mañana. “Estuvimos durante tres meses llevando a José a una ciudad que no es la nuestra y haciendo un esfuerzo. El chico salía del colegio a las 14.30 horas y una hora más tarde ya tenía que irse para El Puerto. Estuvimos pagando los costes de esos servicios”, narra.

“Llegado el momento, la dirección del centro y los padres han decidido que José no puede ir. Dicen que como se tiene que ir, su marcha va a repercutir en el trabajo que hacen con las demás personas. Yo como maestra sé que Jose, que tiene 15 días para incorporarse al centro de día, tiene bastante tiempo para trabajar con los demás la noticia de que se va a ir de allí”, denuncia la familia.

Desde el centro argumentan que José “lleva tres meses lectivos por la tarde y no tiene derecho a pasarse al grupo de la mañana”. “Ella el 29 de agosto me pidió que no nos pasara la cuota porque había conseguido una plaza en Autismo Jerez, pero el día uno le dijeron que iba a tardar. Esta situación lo que le afecta es al propio niño. Para estar dos meses o tres meses en el grupo de mañana de Apadeni, sabiendo que es muy goloso, para luego cambiarlo a Autismo Jerez, no es beneficioso para él ni para ellos”, comenta la directora de Apadeni a lavozdelsur.es.

“Que juegues con la moneda de cambio con tu hijo no me parece justo porque nosotros siempre estamos defendiendo el bienestar de la persona con diversidad funcional y el de la familia. Nosotros tenemos que cubrir una plaza anual. Para nada se le ha excluido, hemos mirado por el beneficio del niño. Aquí sabemos lo que nos cuentan. No podemos empezar un curso que si sí que si no en tres días. Si tú quieres meter al niño en Autismo Jerez, mételo o espérate como todas las familias. Estar dos meses aquí y luego irse afecta al grupo de la mañana”, zanja.

La familia del joven, sin embargo, no encuentran motivos de su exclusión y cree que es “indignante” que esto ocurra en esta comunidad. “Nos han dejado a José en la calle, sin saber que hacer con él. Es muy indignante que una comunidad que pide la inclusión excluya a una persona por razones que no tienen ninguna lógica.  El centro siempre supo que José se iba a ir en algún momento y que en ningún lado tenían algún tipo de derecho de admisión”, informan.

Asimismo, ellos denuncian que centro nunca les puso ningún impedimento porque el chico se fuera antes de terminar, la única condición fue que tenía que ir antes de septiembre para adaptarse. “Ahora no vale para nada ese tiempo y dinero invertido. Nos lo excluyen y punto”, exclama su hermana.

"Todo ha pasado de repente: nos metieron en el grupo de madres y dos horas después nos echaron. No sabemos qué criterio han tomado para ello. Sabiendo lo difícil que están las cosas para una persona adulta con discapacidad, que si no tiene el centro de día no tiene sitio al que ir", lamenta.