CGT Sevilla denuncia que Konecta atenta contra la salud de su plantilla, primero por la falta de medidas preventivas frente al contagio del coronavirus en sus callcenters y ahora por intentar aplicar un ERTE negociado con la representación legal de los trabajadores donde el 90% de afectación se encuentra en situación de incapacidades temporal, ya sea por enfermedad común, riesgo o exposicion/contagio.
El sindicato alerta de la mala praxis de Grupo Konecta en la aplicación de los ERTE presentados por la compañía en el mes de abril, que afectan a varias sociedades del grupo empresarial, entre ellas Konecta Comercialización, con varios territorios en España y que dan soporte a las actividades comerciales y de retención de clientes de Naturgy, comercializadora de luz y gas y activaciones de tarjetas y venta cruzada de seguros del Banco Santander.
La empresa comunicó al comité de empresa su intención de aplicar un ERTE por causas objetivas al amparo del RD 8/2020 el pasado 2 de abril, afectando a casi un centenar de la plantilla de Konecta Comercialización, un total de 307 trabajadores/as entre Madrid, Sevilla, Avilés y Tenerife.
El sindicato cuenta que en la primera reunión del periodo de consultas por videoconferencia el 6 de abril llevada a cabo con la mesa negociadora del comité de empresa, Jaime Castel, responsable de relaciones laborales en Grupo Konecta, no hace entrega de ninguna documentación, invocando a una segunda reunión el Jueves Santo y a una tercera el vIernes Santo.
Según explican en CSI Avilés, la aportación de documentación acreditativa de la medida brilla por su ausencia, así como de la proporcionalidad de afectación al personal. "Hemos solicitado a la empresa que nos facilite los registros del sistema que recogen el flujo de llamadas y poder verificar la disminución que nos indican, pero nos muestran un gráfico aportado por una empresa subcontratada que a su vez indica que se deshace de cualquier responsabilidad respecto a los datos aportados por Konecta".
De la misma manera en el total de las tres reuniones mantenidas durante toda la semana, el sindicato asegura que la empresa aporta datos variables y erráticos, de los 96 agentes inicialmente afectados, 60 en Asturias, 21 en Sevilla y 8 en Tenerife en la primera reunión, pasan a 31 en Asturias, 15 en Sevilla y 8 en Tenerife, de ellos el 95% se encuentran dados de baja o disfrutando de permisos o licencias. "Con ello la empresa nos está indicando que es un ERTE preventivo que afecta al personal en incapacidad temporal y que no podrían asumir su incorporación en el caso de altas médicas o fin de licencias".
"Es imposible valorar una suspensión del contrato de trabajo de trabajadores que no están en activo y que la empresa no solo no está aportando la acreditación fehaciente de disminución se llamadas, sino que además no asegura la limitación temporal del ERTE ya que en la primera reunión nos indicó que sería hasta el 31 de agosto, aunque la situación genera mucha incertidumbre y podría prolongarse hasta febrero del 2021", manifiestan desde CSI y CGT.
Los sindicatos CGT y CSI alertan que "Grupo Konecta atenta contra la salud de su plantilla, primero por la falta de medidas preventivas frente al contagio de la Covid-19 en sus callcenter y ahora por intentar aplicar un ERTE negociado con la RLT donde más del 90% de afectación se encuentra en situación de incapacidades temporal, ya sea por enfermedad común, riesgo o exposición/contagio".
CGT Sevilla y CSI Avilés indican también que es un peligroso precedente que se aceptara por parte del resto del comité de empresa este ERTE como "un mal menor" ya que se estarían avalando medidas posteriores con el mismo déficit de justificación, abriendo una peligrosa veda contra la plantilla en situación de baja médica.
CSI y CGT también indican que "la subcontratación es el eje vector de un sistema donde los intermediarios como Grupo Konecta ocultan los datos reales a la vez que los clientes principales se deshacen de las obligaciones con sus trabajadores/as, contratan servicios principales de su actividad a terceras empresas para que establezcan la relación laboral, esto es una simulación perversa obrero-patronal para no tomar cartas en el asunto y que esperamos que una vez pasada esta crisis se pueda limitar la subcontratación en España"