Un empleado de Mercadona ha sido despedido por comprar cuantro bandejas de carcasas de pollo rural a la mitad de precio, un descuento que él mismo había aplicado. José Franciso Sánchez ha sido cesado de la empresa en la que lleva trabajando toda su vida, durante 27 años de los 51 que tiene. El malagueño ha sido desde repartidor hasta coordinador de la tienda, pero su compra realizada el 12 de septiembre le costó el puesto.
Aquel día, el trabajador adquirió las carcasas que iban a ser tiradas a la basura esa misma noche con un descuento extraordinario del 50%, que él mismo había aplicado. En vez de pagar 5,02 euros, se llevó los productos por 2,51. A los pocos días, el 16 de septiembre, Mercadona le entregó la carta de despido alegando ""claro ánimo de lucrarse y de beneficiarse de ese precio privilegiado que usted se ha puesto", según ha indicado eldiario.es.
La empresa sostiene que las normas son claras y que a su comportamiento le corresponde esta sanción, sin embargo, el empleado no está convencido y se pregunta cómo le han podido echar a la calle sin previo aviso, "no hay ninguan proporción entre la falta y el castigo", ha declarado en eldiario.es.
Cuando José Francisco llegó el sábado 12 de septiembre al supermecado, le tocó turno de tarde en las secciones de charcutería y carnicería. Allí se percató de que debían ser descartados una gran cantidad de productos al final de la jornada, valorados en total en 580 euros. Para motivar a la venta de estos productos antes de desecharlos, el malagueño rebajó el precio de algunos de ellos con descuentos de liquidación, algo que según ha explicado, es habitual.
Al final de la jornada, apurado y con 40 euros aún por vender, decidió aplicar una rebaja del 50% en lugar del 20% que es lo habitual. Por tanto, si hubiese aplicado el precio correspondiente los productos hubiesen costado 4,02 euros. Sánchez cogió cuatro bandejas y pagó las carcasas al precio de 0,63 euros, 0,55, 0,67 y 0,66, más bolsa (0,10). Según recoge la carta de despido le dijo a la cajera que se las llevaba para "echárselas a los perros, que le gustan".
En la carta de Mercadona se acusa al empleado de liquidar "de forma consciente y premeditada" el precio y señala que se trata de un incumplimiento "muy grave" de los "métodos". La empresa explica que esta liquidacion de productos está prohibida entre los trabajadores. "Fuera de esos parámetros y para la realización de otra operativa debe tener el consentimiento de su coordinadora de planta" y añade que "como usted comprenderá, hechos como los anteriormente descritos no pueden ni deben permitirse por la Empresa".
Por tanto, la empresa cesa a este trabajador por acometer una falta muy grave de "fraude, deslealtad y abuso de confianza". Asimismo, la carta recoge que Sánchez ha vulnerado el método de venta, "este trabajador estaba formado en los métodos de la sección, incluido el relativo a la liquidación de productos, y lo incumplió para su propio beneficio. Tal actuación está considerada infracción muy grave merecedora de la sanción más grave".
José Francisco, que entró en el primer Mercadona de Málga en 1993, admite el error pero destaca que otros casos no han merecido un castigo tan severo. El malagueño ha llegado a coordinar hasta 62 personas y ha sido repartidor y cajero. El año pasado fue amonestado dos veces, según explica a eldiario.es, por incidentes menores. "Este año he tenido todo el cuidado del mundo porque sabía cómo iba esta señora", dice refiriendose a la nueva coordinadora con la que no acababa de congeniar.
Ante esta situación, el extrabajador solicitará la nulidad del despido y su readmisión ya que, según han afirmado los abogados, la empresa "utiliza el despido disciplinario para evitar pagar el alto precio que, de otro modo, habría supuesto despedir a un trabajador con tanta antigüedad".