La Sala de lo penal de Tenerife ha ratificado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que había confirmado el despido procedente de un teleoperador que se "autollamaba" para evitar coger llamadas de clientes.
La decisión judicial se hizo firme a finales de octubre de 2022, tras lo cual el trabajador se acogió a un recurso de suplicación que ha sido desestimado, confirmando íntegramente la rescisión de su contrato.
El empleado llevaba en la empresa desde 2019 y en 2020, como tantas otras personas, comenzó a teletrabajar. Fue en esta situación cuando, según el escrito de la Fiscalía, recurrió al método fraudulento de llamarse a su propio móvil para aparecer como ocupado en el sistema de la empresa y obligar el desvío de las llamadas entrantes a otros compañeros.
Más de 190 veces repitió este proceso, causando una injusta sobrecarga de trabajo sobre los demás empleados por lo que acabó recibiendo en su domicilio una carta de despido señalando que no se trataba de un hecho puntual, sino que se repetía cada mes y acusándole de "fraude, deslealtad y abuso de confianza incurriendo en la falsedad de datos".
Sin ir más lejos entre marzo y septiembre identificaron 151 llamadas a su propio número. Con estas pruebas entre manos la justicia ha dado la razón a los denunciantes y han revocado todos los recursos interpuestos por el trabajador.
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