El cuerpo del canónigo Alfonso López, de 80 años de edad, fue encontrado el pasado martes en extrañas circunstancias en su domicilio en pleno centro de Valencia.
Los primeros indicios apuntaban a que el sacerdote pudo ser asfixiado con una almohada. La autopsia apunta que el padre Alfonso pudo haber sido estrangulado.
El sacerdote había comentado en círculos eclesiásticos que iba a ausentar una temporada por un viaje. Su ausencia en la procesión en honor a San Vicente Mártir, patrono de la capital valenciana, a la que acudía siempre, empezó a generar cierta preocupación en su entorno.
Un amigo, que tras llamarlo en numerosas ocasiones no obtuvo ninguna respuesta, pidió al portero del inmueble que accediera a la vivienda del canónigo. Fue entonces cuando descubrieron el cadáver del canónigo.
Tras las investigaciones realizadas, la Policía Nacional ha detenido a un joven como presunto asesino de Alfonso López. Según fuentes policiales, el sospecho podría mantener encuentros sexuales de manera continuada. Además de la imputación por presunto asesinato, el individuo también está acusado de sustraer el teléfono de la víctima, que empleó para mandar mensajes para hacer creer que el sacerdote seguía con vida.