En enero de 2018, un pequeño de Málaga, Julen, caía a un pozo en una historia que tuvo en vilo a toda España y parte del mundo, que confiaba en el rescate con vida del menor.
Finalmente, tras días de agonía, se confirmaron los peores presagios. Tras este suceso, David Serrano, dueño del pozo y amigo de la familia de Julen, fue condenado a pagar una indemnización de 180.000 euros a los padres del menor.
Dicha condena la estaba realizando a razón de 50 euros mensuales, pero ya no tendrá ni siquiera que abonarla al haber sido declarado insolvente por el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga, que se ha encargado de archivar de manera provisional la ejecución de la sentencia por la que Serrano tenía que pagar a los padres de Julen la referida indemnización.