El 'Ecce Homo' de El Bosque: los responsables de la iglesia destruyen una gran obra mural y ponen una foto en su lugar

Pintan de blanco la pared en la que se encontraba un maravilloso legado cultural y sentimental de la localidad serrana que databa del año 1977

El gran mural de la iglesia de El Bosque que ha sido destruido.

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Casi del estilo del arreglo que hizo una mujer hace ya más de una década del Ecce Homo de Borja, en una imagen que todavía sigue circulando de vez en cuando por redes, ha sido la chapuza llevada a cabo en la iglesia de El Bosque (Cádiz). 

Una gran obra mural de 1977 de un salón de la iglesia ha sido pintada completamente de blanco y en su lugar han colocado una foto de la misma. La obra destruida, como cuenta Antonio Acosta, fue creación de tres artistas de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla en una época de despertar cultural de la localidad. 

Pepa Benitez, testigo privilegiada del acontecimiento que supuso la confección del mural, detalla –tal y como recoge Acosta en su blog– que "en mi juventud, un grupo de amigos del pueblo de El Bosque guiados por un magnífico sacerdote, Graciano Catalán, con inquietudes culturales y de justicia social, tuvimos la fortuna de asistir a un despertar intelectual en un entorno nada favorable. Gracias a él y a personas como Pedro Piñero, catedrático de la Universidad de Sevilla, organizábamos semanas culturales dignas de una gran ciudad.

Añade que "en 1977, tres pintores de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, Lázaro Albar, Carlos Hormigo y Pepe Ocaña, trabajaron desinteresadamente pintando un precioso mural en un salón de la iglesia. Cada día, entre música y charlas, íbamos descubriendo el avance de esta obra, un fresco de grandes dimensiones que representaba la vida sencilla del pueblo y la dignidad de sus gentes. Ahí quedó, pensábamos que, para siempre, este legado". 

El mural ha sido sustituido por pintura blanca y una foto de la obra.

Sin embargo, en ese legado de unos siete metros de largo por tres metros de ancho, lo que hay ahora es una pared blanca con una foto de dicho mural. Al parecer, los responsables de la iglesia parece que aducen parara la destrucción de este patrimonio cultural y sentimental de la localidad serrana, las humedades y el costo elevado de la restauración. 

"¿No hubiera sido mejor haberlo dejado como estaba, a unas malas, en vez de destruirlo? Además, todo parece indicar que tampoco se encontraba en tan mal estado", apunta Antonio Acosta. 

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