La pregunta surge a muchos cuando ven cualquiera de los contenedores dedicados a la recogida de ropa usada. ¿Qué destino tiene?¿Sirve para algo esta actividad?¿A dónde va a parar? ¿La gente realmente dona su ropa usada?. Nos fijamos en cómo gestiona Cáritas este material, acción que se enmarca en el concepto de economía circular, que implica reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales para ampliar su vida útil.
Es la herramienta que usa Cáritas en Jerez para promover un ‘negocio’ en el que los beneficios se invierten en las personas, generando empleo y combatiendo la exclusión social. Para ello existe Casa Común, empresa de inserción laboral y personal.
“Actualmente desarrollamos varias líneas de producción. La de restauración de muebles y objetos de decoración, la de reciclaje textil y una marca de reciclaje creativo”, señala José Manuel Jiménez, coordinador del área de Empleo y Economía Social de Cáritas. Un hombre, que fue delegado municipal de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Jerez, que al mismo tiempo deja claro un principio básico en el funcionamiento del sistema: “El objetivo principal es la inserción de personas en exclusión social y laboral”.
Juan Antonio García, coordinador de Casa Común, detalla a lavozdelsur.es datos tan sobresalientes como que esta empresa da empleo a 17 personas además de varias más entre responsables y gestores. Por todo el territorio diocesano hay repartidos 69 contenedores para la recogida de ropa usada que en breve sumarán ocho más. Junto a estos, existe una veintena de puntos de recogida en parroquias, ayuntamientos y voluntarios, además de las campañas que organizan colegios y centros comerciales como Área Sur.
Sube un 10% la recogida en Cáritas Jerez en el presente año
Este trabajo ofrece unos datos sumamente interesantes: durante 2021 se recogieron 340.000 kilogramos de ropa en la diócesis y en lo que va de año se experimenta una subida de un 10 por ciento. Así, la cifra a final de año se acercará a las 400 toneladas: “Durante los años de la pandemia fue cuando tuvimos una espectacular subida en donaciones”.
García achaca este aumento a que “cada día somos más conscientes de la importancia de reciclar y de volver a recuperar”, por los beneficios medioambientales que proporciona, “y también porque se tiene una mayor sensibilidad ante el beneficio que supone para ayudar a las personas”. Reconoce que la ‘marca’ Cáritas, inspira confianza en los donantes: “No nos dedicamos al negocio de comprar y vender ropa; nuestro objetivo son las personas”, apostilla.“Eso es mucha ropa; hasta que no lo ves físicamente no te das cuenta”.
Otra línea de reciclaje que se ha puesto en marcha, con cinco empleos, es el de los muebles usados para lo que existe una tienda a donde se llevan los productos ya rehabilitados. Otro frente que se abre en breve es la creación de una marca propia con el nombre ‘Fantoche’. El responsable de Casa Común adelanta que la iniciativa “se presentara ya mismo”. Esta marca fabrica productos textiles confeccionados con telas fuera de moda o temporada y prendas usadas. "Ahora se está creando la línea de distribución, tiene dos costureras contratadas, una diseñadora y un experto en ventas y marketing", informa.
Objetivo, las personas
En cuanto al camino que se sigue en este proceso, José Manuel Jiménez detalla que la ropa usada que se recoge se envía a Barcelona y a Madrid donde la recibe la cooperativa Moda Red, dependiente de Cáritas España. Se ocupan de hacer un ‘triaje’ sobre el material que les llega y vuelve a poner en circulación la que está en más óptimas condiciones a través de las tiendas propias.
La que llega por otras vías, como donaciones y campañas locales, llega a la nave de Casa Común en el Parque Empresarial que, tras higienizar el material que está en mejor estado, vuelve al circuito de venta mientras que el resto en peores condiciones se vende por kilogramo para aprovechar la materia primera (algodón) que compran los fabricantes de textil.
Jiménez recalca que la misión de su área “es incorporar a personas en la empresa para mejorar sus capacidades personales y profesionales. Nuestro objetivo no es ganar dinero, ni vender ropa”.