La Federación Andaluza de Mujeres Gitanas, Fakali, denuncia que el docu-reality "incentiva el racismo y la discriminación al presentar al gitano, como un ser extravagante, estrafalario, derrochador y machista".
A principios de febrero una cadena de ámbito nacional comenzó a emitir la segunda temporada de Los gipsy kings, un docu-reality compuesto de seis capítulos –que lleva detrás la firma de la misma productora que Palabra de gitano- que ha despertado de nuevo la indignación de este colectivo. En el caso de la Fundación Secretariado Gitano de Jerez, han preferido guardar silencio y no realizar declaraciones al respecto. Otras organizaciones como la Federación Andaluza de Mujeres Gitanas, Fakali, denuncian lo que consideran “un producto sensacionalista y perverso que vuelve a incentivar el racismo y la discriminación al presentar al gitano, como un ser extravagante, estrafalario, derrochador, machista e ignorante, manipulando y utilizando las diferencias culturales como mera mercancía mediática”.
La Federación está desarrollando una férrea campaña en redes y centros escolares para llamar la atención. Consiste en tomar fotos con carteles en el que transmiten un mensaje claro: "Que no te engañen, eso no es ser gitano".
Uno de los principales objetivos que tiene esta federación es la batalla contra la imagen negativa que generan los medios de comunicación sobre la realidad diversa de la población gitana española. Fakali se apresura a aclarar que su reivindicación y denuncia no va dirigida a los participantes, puesto que “son actores”, sino “contra las productoras y las cadenas que mercantilizan con la condición étnica y tratan de dividirnos”, aseguran en un comunicado.
La federación manifiesta su intención de emplear todos los métodos legales para la movilización de los poderes públicos, en general, y el asociacionismo gitano, en particular, contra esta serie. Algunos representantes se han reunido con miembros de la cadena quienes, según han comunicado a lavozdelsur.es “reconocen que es prejuicioso”. Sin embargo, a priori, no han conseguido cesar la emisión de la segunda temporada, como sí sucedió con Anclados.
Por su parte, el Consejo Estatal del Pueblo Gitano ha mostrado su repulsa ante la nueva temporada del programa, al entender que utilizan "de manera frívola y morbosa la ya denostada imagen social" de esta comunidad y, especialmente, de las mujeres gitanas”.