El Papa ha hecho suyo el llamamiento del secretario general de la ONU, António Guterres, de un alto el fuego global para hacer frente de forma conjunta a la pandemia de COVID-19. "El Secretario General de las Naciones Unidas ha lanzado un llamamiento para un alto el fuego global e inmediato en todos los rincones del mundo", ha señalado el Santo Padre tras el rezo del Ángelus retransmitido en streaming y sin fieles.
Así, ha señalado que se une a todos los que han aceptado este llamamiento e invita a todos a detener toda forma de hostilidad bélica, promoviendo la creación de corredores para la ayuda humanitaria, la apertura a la diplomacia con atención a aquellos que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad.
Asimismo el Papa ha reclamado un "compromiso conjunto" contra la pandemia que evidencia la necesidad de "fortalecer los lazos fraternales como miembros de una única familia humana". Por ello, ha instado a los jefes de Estado y de gobierno un "compromiso" para superar las rivalidades a través del diálogo.
"¡Los conflictos no se resuelven a través de la guerra! Es necesario superar los antagonismos y contrastes, mediante del diálogo y la búsqueda constructiva de la paz", ha señalado. Francisco también ha lamentado la situación de aquellos que están "obligados a vivir en grupo" como los presos o los ancianos de las residencias.
Durante la catequesis, el Pontífice ha invitado a eliminar del corazón las "piedras" de todo lo que sepa a muerte. "La hipocresía con la que se vive la fe es muerte; la crítica destructiva a los demás es muerte; la ofensa y la calumnia es muerte; la marginación del pobre es muerte. Seamos un reflejo del amor y de la ternura de Dios que libera de la muerte y hace vencer la vida", ha señalado.